Con una sensación intensa de calor debida a las altas temperaturas y la humedad, Nàstic de Tarragona y Villarreal CF se dieron cita en un amistoso que se viene convirtiendo en un clásico de las últimas pretemporadas. Se trataba del primer amistoso para los granas -que además se mostraban por primera vez ante su afición después del partido por el campeonato de Segunda B ante el Oviedo a principios de junio- y el segundo para los groguets, que ganaron el sábado por 0-1 al CF Reus Deportiu.

Los entrenadores, como es lógico, aprovecharon el partido para hacer pruebas, y ambos sacan algunas reflexiones pero ninguno nada definitorio, pues ambos recalcaron en sala de prensa que se trataba de un simple partido de pretemporada. Partido en el que el Nàstic fue de más (con algunos muy buenos minutos) y el Villarreal de menos a más.

Los locales se asentaron

El Nàstic volvía a disputar un partido cuarenta y dos días después del que jugó en el Carlos Tartiere (3-0) y que puso punto y final a la temporada 2014/15. Así pues, los de Moreno necesitaron unos minutos para asentarse, pero después se hicieron con el control del partido.

El Nàstic jugó buenos minutos en la primera mitad

La primera ocasión llegó en el décimo minuto de juego en un contraataque. Jean Luc lo armó y él mismo lo finalizó sin éxito, pues la zaga villarrealense despejó a córner. Sólo un minuto después, el canterano Jordi Calavera protagonizó una muy buena internada por banda derecha, pero su centro al área no fue aprovechado por ningún compañero. Eran buenos minutos para los catalanes. Poco después, Mousa superó a sus defensores y centró a la frontal, donde Jean Luc mandó el balón a las nubes.

Marcos fue el autor del 1-0, desde los once metros. (Imagen: Nàstic).

Entre ese pequeño vendaval de ocasiones tarraconenses, Bailly tuvo que ser retirado en camilla. Pantic entró en su lugar, y el partido perdió en intensidad. No fue hasta el 20' cuando, desde la frontal, Aleix García recogió un disparo y mandó el balón a la derecha de Reina. Fue la primera jugada de peligro visitante.

Controles sin peligro

Después de esos minutos en los que los granas consiguieron llegar a la portería defendida por Areola, el partido se calmó mucho, tomando los tintes de típico amistoso veraniego. Primero los granas demostraron su calidad con largas jugadas en las que superaron la tímida presión visitante.

Pero ya superada la primera media hora de juego, los de Marcelino despertaron y comenzaron a engrasar la maquinaria. Aunque lo cierto es que ni unos ni otros tuvieron claras acciones de gol, excepto el potente disparo desde la frontal de Leo Baptistao que atrapó Reina (44') y con el que se llegó al descanso.

Los penaltis inauguraron el marcador

Cuando apenas se llevaban dos minutos de la segunda mitad, Jokic cometió penalti sobre Rayco, que cayó al césped y vio como poco después el colegiado catalán señalaba el punto de penalti. El encargado de ejecutarlo fue Marcos y no falló, adelantando a los locales en el luminoso.

Marcos hizo el 1-0 de penalti y Trigueros el 1-1 también desde los once metros

Como era de esperar, los cambios totales en ambos equipos trajeron más frescura al juego, especialmente desde el bando tarraconense. Aun así, y como era de esperar también, el control del partido recayó sobre los villarrealenses. En el 50' Mossa tuvo que aparecer en labores defensivas para cortar un balón que tomaba la dirección de la portería grana. Los de Moreno pudieron ampliar distancias en una jugada al contraataque, pero Giner erró teniendo a Marcos libre de marca aunque lejos.

El balón en el área de la portería de Gol Mar del Nou Estadi. (Imagen: Nàstic).

El submarino amarillo se vino arriba, y tras varias ocasiones encontró el gol. Primero Pereira chutó en una mala postura y Tomeu pudo atrapar sin demasiados problemas el esférico (63'). Cinco minutos después fue Espinosa quien, libre de marca y desde la frontal, no acertó en el disparo y mandó el balón a las nubes. Pero a la tercera fue la vencida para los amarillos: gran jugada individual dentro del área de Gerard, que fue derribado por Fali en lo que el colegiado interpretó penalti. Trigueros asumió la responsabilidad y como había hecho antes Marcos con Areola, engañó a Tomeu para devolver el empate al marcador.

El Nàstic soportó la embestida

El equipo de Vila-real apretó fuerte en el último cuarto de hora y estuvo cerca del gol, pero los granas soportaron las embestidas de un Villarreal en el que brilló Gerard. Precisamente Gerard, en el 75', definió dentro del área, el esférico rebotó en la zaga local y Tomeu tuvo que demostrar sus reflejos para evitar que los amarillos se adelantasen en el marcador. Dos minutos más tarde de nuevo apareció el guardameta balear, en esta ocasión para atrapar bajo la misma línea de gol un chut de Pereira.

En los últimos minutos el Villarreal apretó pero no encontró el 1-2

En el 84' llegó la última oportunidad del partido, también del bando visitante. En el rechace de un córner, Gerard estaba solo y con el balón en sus pies a pocos centímetros de la línea de gol, pero no acertó e, incomprensiblemente, mandó el balón a la derecha de Tomeu en la que fue la ocasión que mató el partido amistoso.