El Santiago Bernabéu abría sus puertas, por última vez esta temporada, para presenciar una apasionante noche de fútbol. El Real Madrid saltaba al césped con la obligación de ganar a un Sevilla, acomodado en la cuarta plaza, para seguir dependiendo de sí mismo hasta el final de Liga. Antes de comenzar el encuentro se guardó un minuto de silencio en memoria de Yanko Daucik, ganador de dos Ligas, que falleció el pasado sábado a los 76 años de edad.

Zinedine Zidane no repitió el mismo once que el pasado miércoles ante el Atlético de Madrid. El colombiano James Rodríguez volvía a la titularidad junto a Varane, Asensio, Kovacic y Morata. Jugadores como Benzema, Marcelo y Modric se quedaron en el banquillo por decisión técnica para llegar lo mejor posible a una cita importante como la que será dentro de tres días en Balaídos. 

Gol tempranero de Nacho

El balón únicamente pasaba por las piernas de los jugadores del Real Madrid. Desde el primer minuto los pupilos de Zinedine Zidane asumieron las riendas del partido. Nacho, que ocupó el lateral izquierdo en lugar de Marcelo, abrió la lata cuando el marcador señalaba el minuto nueve. El madrileño fue el más listo de la clase. Sergio Rico no pidió barrera, y en un momento en el que nadie se podía esperar, Nacho dio un pase a la red que le daba el primer tanto a los suyos. El Sevilla intentó reaccionar por la banda de Vitolo, pero se encontró con un gran Keylor Navas que con una sensacional parada evitó el empate. 

Nacho celebrando su gol junto a Danilo/ FOTOGRAFÍA: Daniel Nieto (VAVEL).
Nacho celebrando su gol junto a Danilo/ FOTOGRAFÍA: Daniel Nieto (VAVEL).

Asensio estaba siendo el mejor jugador del conjunto blanco. Salió eléctrico, con una velocidad explosiva, y presionando como ninguno. El primer gol del Real Madrid pasó por sus botas. La falta que dio lugar al gol de Nacho la recibió el joven mallorquín, que sin duda alguna evidenció, una vez más, que es uno de los futbolistas más en forma de la plantilla.

Cristiano volvía a marcar a su víctima favorita

El Sevilla se le da bien al portugués. Su gol 400 llegó en el mejor lugar posible, en el Santiago Bernabéu, y ante su víctima favorita. Con los dos de hoy ya van 25 goles al Sevilla en 16 partidos oficiales (401 en total). Aún con el 2-0 en el marcador, el cuadro hispalense tuvo alguna que otra jugada para marcar al menos un gol. No obstante siempre se topó con un guardián en la portería que no quiso dejar entrar el balón, al menos, en los primeros cuarenta y cinco minutos. Con este resultado se marchaban al descanso, acompañados con la megafonía del estadio que confirmaba la victoria de Nadal en el Mutua Madrid Open por quinta vez. 

Cristiano y Asensio en la celebración del segundo tanto/ FOTOGRAFÍA: Daniel Nieto (VAVEL).
Cristiano y Asensio en la celebración del segundo tanto/ FOTOGRAFÍA: Daniel Nieto (VAVEL).

Jovetic recortó distancias nada más volver

Tres minutos corrían de la segunda mitad cuando el Sevilla, por mediación de Jovetic, puso el dos a uno en el electrónico en una gran jugada colectiva. Zidane decidió mover ficha sacando a Lucas Vázquez y Casemiro, en lugar James y Morata. El colombiano se retiró ovacionado por todo el público del Santiago Bernabéu, siendo conscientes de que este podría haber sido su último partido en Chamartín con la elástica blanca. 

El Madrid mató el partido en los últimos veinte minutos

Aún con el gol en contra al comienzo de la segunda parte, el Real Madrid siguió dominando el partido. No se puso nervioso en ningún momento, y buscó con paciencia la portería de Sergio Rico. Todo llega para quién sabe esperar, y así lo asumió Cristiano Ronaldo. El luso marcó el mejor gol de la noche con un potente disparo con la pierna izquierda que llegó a tocar la cruceta. Era el 3-1, que hundía al Sevilla, y que desataba la locura al Bernabéu. 

Kroos dejó ver su faceta goleadora/ FOTOGRAFÍA: Daniel Nieto (VAVEL).
Kroos dejó ver su faceta goleadora/ FOTOGRAFÍA: Daniel Nieto (VAVEL).

Aún hubo tiempo para otro gol de Toni Kroos. Tras el segundo de Cristiano, el tercero del choque, el partido se convirtió en un auténtico vendaval blanco. Una buena jugada colectiva, a cinco minutos del final, supuso el cuarto y definitivo que daba tres puntos importantísimos al conjunto dirigido por Zinedine Zidane.