Roger no perdonó en su vuelta al transformar un claro penalti que el mismo provocó, Postigo aumentó la ventaja antes del descanso, Morales salió desde el banquillo para poner el tercero y Jason cerró la cuenta. El Valladolid sufrió los zarpazos del líder en sus propias carnes.

El líder visitaba Zorrilla para enfrentarse a un Valladolid que venía arrastrando una mala racha de juego y resultados. Eran unos tres puntos más vitales para los de casa que para los levantinos pero ambos daban gran importancia a la victoria. Paco Herrera introdujo a Markel Etxebarria y a Alex López para suplir las bajas de Javi Moyano y de Sergio Marcos y Juan Villar volvía al once varias jornadas después. López Muñiz, por su parte, puso en el campo un once de garantías con jugadores experimentados dispuestos en un 4-2-3-1.

La efectividad del líder

Durante los primeros compases de juego, el Real Valladolid demostró que quería la victoria a toda costa. Presión alta y buenas combinaciones hacían que la posesión y las ocasiones fueran de los de casa. El público, sabedor de la importancia del partido alentaba en cada jugada a su equipo y este respondía mejor y más metido en el partido que en jornadas anteriores.

El Levante, lejos de ofrecer su mejor versión, se deshacía de la presión con balones largos de la zaga hacia zona de ataque que eran repelidos por el rival y esperaba atrás con la intención de cazar alguna contra a través de la rapidez de Roger. Y así fue como llegó el mano a mano en el que Pau Torres derribó claramente al delantero valenciano, el árbitro acertadamente decretó penalti  y este no perdonó desde los once metros adelantando a los visitantes.

El Valladolid no se arrugó y siguió manejando el juego intentando llegar hasta la portería del Levante. Etxebarria por la derecha y Balbi por la izquierda insistían en empatar el marcador a través de centros al área. Pero fue a raíz de un centro - chut de Postigo, el central del Levante, cuando llegó el segundo de los valencianos. El balón se coló por la escuadra y Pau Torres algo mal colocado, no pudo evitar que entrara. Dos llegadas, dos goles. El Levante mostraba su poderío en ataque y volvía a alejarse para llegar con una ventaja de dos goles al descanso.

Duro castigo

Durante la segunda parte el partido se convirtió en un quiero y no puedo por parte de los hombres de Paco Herrera que tenían la posesión de balón pero sin hacer daño a su rival que le bastaba con estar bien colocado en defensa y repeler los ataques de los locales. De Tomás ingresó en el campo sustituyendo a Michel y el Valladolid pasó a jugar con tres hombres de ataque.

Nada cambió y el Levante, a través de un pase a la espalda de la defensa que dejó solo a Morales, quien supo volver a batir a un Pau Torres que recogía el balón de la red por tercera vez. El partido, más que decantado para los visitantes agonizaba durante unos minutos en los que ningún equipo mostraba muestras de querer más.

Pero como durante todo el partido, a los valencianos no les hacía falta mucho para volver a marcar. Y así lo hicieron por medio de Jason que con un disparo cruzado a pase de Roger volvieron a superar al portero blanquivioleta. La única noticia positiva para los de casa fue el debut de Anuar esta temporada, premio a sus buenas actuaciones en el segundo equipo.

Situación límite en Pucela

Esta derrota, la segunda en dos jornadas, deja a los de Paco Herrera muy tocados moralmente para afrontar el final de la temporada. Ha sido la derrota más abultada que han recibido en toda la temporada y llega en el peor momento. Se colocan, con 39 puntos, a cuatro de Getafe, Cádiz y Tenerife que aún quedan por disputar sus partidos y pueden alejarse más de los pucelanos.

Se aleja más que nunca la Primera División tras este duro correctivo recibido por un líder que muestra cada jornada su superioridad respecto a sus rivales. La próxima semana visitará Madrid para enfrentarse al Alcorcón mientras que el Levante recibirá en casa al Almería.

Mucho debe cambiar la situación para que pueda verse al Real Valladolid luchar por el objetivo marcado a principios de temporada y no se quede en tierra de nadie. Quedan 13 jornadas en las que los castellanos deben dejarse todo en el campo y contar con la suerte de los ganadores.