Está claro que, a lo largo de estas temporadas de sufrimiento en la categoría de plata después del último y casi mortal descenso en la temporada 2012/2013, han pasado innumerables jugadores por el equipo, algo impropio de un club de la talla del Real Zaragoza pero algo que se intentaba considerar como una solución tras los desastres deportivos de cada año. A muchos de estos futbolistas se les ha tratado de mercenarios, cuyo amor por el club y su camiseta era inexistente en sus respectivos corazones de piedra.

Sin embargo, en las dos últimas temporadas, los directivos del conjunto maño han tratado de devolver esperanzas a la afición blanquilla formando proyectos con algunos jugadores de la casa que sí "sintieran los colores", ese blanco y azul a los que llevaran comprometidos desde pequeñitos. Es el caso de futbolistas como Rubén Gracia `Cani´, quien se ha retirado finalmente este año; Edu García, que no terminó de cuajar ni hacer una buena temporada y se ha desvinculado del club de sus amores; o Alberto Zapater, ídolo que volvía a las arcas zaragocistas después de tres años inactivo debido a sus lesiones de espalda y pubis.

Centrándonos en este último, Zapater ha pasado un calvario por sus lesiones en este último lustro, pero finalmente recaló en las filas zaragocistas, volviendo así después de su salida en 2009 al Genoa FC, lo que él mismo calificó como "un regalo que me ha dado la vida".

Así pues, en cuanto a su trayectoria, el de Ejea de los Caballeros comenzó su carrera futbolística en el club de su localidad natal, la SD Ejea, pero pronto ficharía para el Real Zaragoza, club que le ha dado todo. Tras ser nombrado "Mejor juvenil de Fútbol de Aragón" y realizar una gran campaña en el División de Honor Juvenil del Real Zaragoza en 2004, Víctor Muñoz decidió llevárselo a la pretemporada del primer equipo del año 2004/2005.

El entrenador zaragozano le hizo debutar en el primer partido oficial de aquella temporada, en la ida de la Supercopa de España ante el Valencia, primer y único título que a la postre ganaría Zapater con un club de fútbol. En el siguiente curso (2005/2006) el zaragozano mostró una gran progresión y se asentó en el once inicial, llegando a alcanzar la final de la Copa del Rey, aunque no se consiguió el título de la competición preferida del Real Zaragoza tras perder frente al RCD Espanyol. Eran los mejores años del club blanquillo y, a su vez, de Alberto Zapater, llegando a participar en la Copa de la UEFA y a ser un futbolista fijo en la Selección Española sub 21.

Sin embargo, en la 2007/2008, el Real Zaragoza, con expectativas de alcanzar la Champions League, realizó una pésima campaña, consumando su descenso en la última jornada ante el RCD Mallorca. Por entonces, Zapater ya era capitán del primer equipo con apenas 23 años. Esta vez, el sufrimiento en el infierno de Segunda no duró en exceso, pues se consiguió el ascenso de la mano de Marcelino García Toral en la 2008/2009, la temporada después del descenso, siendo Zapater, como casi siempre, una pieza clave.

Pero todo iba a cambiar en ese verano de 2009, cuando el Real Zaragoza consumaba el retorno a la máxima categoría del fútbol español. El conjunto blanquillo confirmaba el traspaso de su capitán al Genoa FC por un montante de unos cuatro millones de euros, aunque Zapater solo permaneció en la Serie A esa temporada. En su debut en la liga italiana, tuvo una actuación inmejorable con dos asistencias y un magnífico gol de falta directa.

Posteriormente, se hizo oficial su fichaje por el Sporting de Lisboa para la 2010/2011, un club especial para él ya que allí consiguió debutar en la mayor competición europea a nivel de clubes: la Champions LeagueTambién duró solamente una temporada en Portugal, pues luego de su paso por la Primeira Liga recaló en 2011 en las filas del FC Lokomotiv de Moscú, en una aventura nueva por la Premier League de Rusia. Firmó un contrato de cinco temporadas y la primera de ellas fue notable, pero en las siguientes no terminó de cuajar debido a sus continuas lesiones.

Finalmente, el club y el jugador rescindieron su contrato y quedó libre. En los siguientes meses, Zapater trató de recuperarse definitivamente de sus lesiones llevando a cabo un entrenamiento especializado de la mano de Andrés Ubieto, el preparador físico del Real Zaragoza. A partir de aquí comenzaron las especulaciones y los rumores sobre una posible vuelta a su casa, al Real Zaragoza. Y así fue. El 19 de junio de 2016, el club maño hizo oficial el retorno del "eterno león", que firmó por dos temporadas en un regreso ilusionante. Sin embargo, este primer año ha sido todo un fiasco a pesar de que el capitán disputó los 42 partidos de liga después de estar tres años sin disputar un partido oficial, mostrando su garra y su amor al escudo.

En esta nueva temporada, Zapater vuelve a perfilarse como capitán y pieza clave en el quinto proyecto consecutivo en Segunda División, e intentará aportar todo lo que lleva aportando siempre: garra, seriedad, compromiso, esfuerzo y trabajo, mucho trabajo. Su posición volverá a estar en el doble pivote intentando dar salida de balón entre los centrales, pero tiene dura competencia con jugadores como Javi Ros, Eguaras, Febas o el canterano Raúl Guti. Veremos lo que nos puede dar este año el eterno e incansable león del escudo.

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Sobre el autor
Miguel Majarena
Apasionado del deporte, concretamente del fútbol. Estudiante de Periodismo en la Universidad de Zaragoza.