La lluvia no quiso perderse la final del play-off de ascenso a Segunda División y estuvo presente en el partido que enfrentaba a Albacete Balompié y Valencia Mestalla en el Estadio Carlos Belmonte de la ciudad manchega.

En el once inicial de José Manuel Aira, Galas entró en lugar del lesionado Noblejas, mientras que en la alineación del Mestalla, Cifu, que volvía a la que fue su casa, y Jordi, entraron en detrimento de Nacho Gil, sancionado, y Rafa Mir, que esperó su sitio en el banquillo de sustituciones.

El ambiente durante las horas previas al partido fue exactamente el mismo que el de los minutos previos al encuentro, digno de una final de promoción de ascenso, con dos hinchadas volcadas en animar a sus respectivos equipos respetando totalmente a la afición rival.

Demasiada táctica y poco peligro

El Albacete planteó un encuentro prácticamente calcado al de la ida: replegados atrás, con las líneas muy juntas para que el filial valencianista no combinara con comodidad y buscando salir rápido para generar peligro a la contra. El Valencia Mestalla, por su parte, intentó realizar el juego de posesión al que acostumbra, pero el pánico escénico parecía apoderarse de los jugadores dirigidos por Curro Torres, que poco peligro crearon, al igual que su rival.

Las ocasiones en esta primera mitad llegaron a cuentagotas, pues ninguno de los dos conjuntos parecían querer perder el orden táctico, temerosos de encajar algún gol. Es por eso que las oportunidades más peligrosas no llegaron hasta casi alcanzada la media hora de encuentro, aunque ninguno de los distintos disparos de los equipos causaron a penas 'run-run' en las gradas del estadio manchego.

La jugada que, una vez en frío, pudo haber sido clave en el devenir del partido llegó cerca del descanso, cuando el árbitro no tuvo la valentía suficiente para señalar un posible penalti sobre Ariday, provocando así que el marcador llegara con el 0-0 al final de los primeros cuarenta y cinco minutos de juego.

Lato pelea el esférico. | Imagen: www.valenciacf.com
Lato pelea el esférico. | Imagen: www.valenciacf.com

La valentía del Mestalla no pudo con el muro manchego

En la segunda mitad los de Curro Torres salieron con una marcha más y se notó. El Albacete retrasó, aún más, las líneas y dejó que el filial blanquinegro combinara más en la zona del centro del campo.

Los visitantes fueron poco a poco siendo más protagonistas, embotellando a su rival y acercándose a la portería del Albacete, creando peligro y ocasiones de gol, destacando la jugada en la que Tomeu Nadal se coronó como héroe del conjunto manchego, sacando bajo palos una mano de reflejos felinos a un testarazo de Rafa Mir, siendo ello el claro ejemplo de su partido sobresaliente, pues hizo un par de paradas -a parte de la ya mentada- de mucho mérito que dejaron con vida a su equipo. Tal fue la insistencia del Mestalla que incluso lo intentó desde el córner, sin fortuna porque el palo no lo quiso así.

Llegando a la última media hora de partido el conjunto dirigido por Aira tenía una misión clara: no debía jugarse a fútbol. Por eso fue que las pérdidas de tiempo y el dejar correr al crono fueron reiteradas, haciendo uso de la extrema picaresca de un equipo con muchos minutos en las espaldas de sus jugadores. Esto provocó el cabreo de Jordi Sánchez, que se calentó en exceso y vio la segunda cartulina amarilla y tuvo que enfilar el túnel de vestuarios unos instantes antes que sus compañeros.

Finalmente, empate a cero en el marcador del Carlos Belmonte. El conjunto manchego hizo buena la victoria en Mestalla y su afición invadió el campo, donde acabó aplaudiendo a la hinchada blanquinegra y cantando al unísono junto a ella, muestra del hermanamiento y buen ambiente que hubo antes y después del partido.