Llegaba el Sevilla a San Mamés en una nueva búsqueda de esa ansiada victoria lejos del Pizjuán tras más de una campaña sin hacerlo. Tras vencer en el derbi hispalense por la mínima y terminar la anterior jornada en la segunda plaza. Los de Sampaoli visitaban a un Athletic Club que venía de cosechar tres triunfos consecutivos por lo que disfrutaban de una moral espléndida.

Rotaciones de arriba a abajo

Tras siete jornadas, parece que Jorge Sampaoli no va a ser un técnico que mantenga un once titular fijo con pequeñas modificaciones. En relación al choque del martes, el preparador argentino introdujo hasta seis novedades. La primera de ellas en la portería, Sirigu volvía a ponerse la camiseta de titular y de nuevo en tierras vascas. En la defensa volvía Kolo que tras ser suplente ante el Betis, volvía al 11 titular en detrimento de Escudero.

Las mayores novedades se pudieron ver en el centro del campo, con la salidas de Vitolo, Vázquez y N’Zonzi, aparecían en escena Kranevitter, Correa y Sarabia. Premiando a este último por sus últimas actuaciones, entrando desde el banquillo y siendo de los mejores. Por último, las buenas actuaciones de Carlos Fernández con un decisivo gol ante Las Palmas le sirvieron para ser de la partida en un gran escenario como San Mamés.

Se mantiene la base con pequeños retoques

Ernesto Valverde pensaría en no tocar demasiado lo que estaba funcionando en las últimas jornadas. Tan solo tres novedades presentó en el reencuentro con su público tras el triunfo en Granada. De Marcos y Yerai entraron en defensa e Iñaki Williams en la mediapunta. Por lo demás, los de siempre, Aduriz y compañía. Sin olvidar a Raúl García que buscaría aportar su equilibrio en el centro del campo.

El Athletic busca ser protagonista

Como podía esperarse, el Athletic salió ante su público a por el partido desde el primer minuto. Los leones tuvieron sus primeros acercamientos a los pocos minutos. En los primeros 10 minutos del choque, los hombres de Ernesto Valverde merodearon por las inmediaciones del área de Sirigu. Iñaki Williams fue el primero que chutó a puerta para el conjunto vasco y demostró que junto con sus compañeros no dejarían que los andaluces estuvieran cómodos.

Un despiste muy caro

El Athletic seguía acercándose tímidamente y en el minuto 24, un error de Kolo tras un inoportuno resbalón acababa en saque de esquina para los locales. En la continuación de dicha acción, la jugada era botada por bajo y tras una prolongación vasca, Mikel San José remataba a bocajarro ante Sirigu para hacer el 1-0 ante una indolente defensa sevillista a los 25 minutos de partido.

En busca del empate

Tras el gol y como ya se había vislumbrado instantes antes de la diana vasca, los andaluces empezaron a buscar el área rival con internadas principalmente por banda derecha. Tres hombres empezaron a echarse al equipo a la espalda. Nasri buscaba las mejores opciones de mediocampo hacia delante mientras que Sarabia y Mariano se buscaban una y otra vez por la diestra para superar a la defensa rojiblanca. En dichos instantes, el Athletic empezaba a sufrir aunque con la tranquilidad de verse por delante en el luminoso. Con un Sevilla dueño del balón y del peligro en la última parte del primer acto se llegó al descanso.

Presión incómoda en la reanudación

El Sevilla debía salir a por el encuentro en la segunda mitad pero pasó lo que menos se podía esperar. Aunque solo fue cuestión de nueve minutos, el Athletic presionó la salida de balón andaluza y los de Sampaoli parecía que no daban con la tecla para, simplemente, pasar el centro del campo. En algunos momentos parecía que estaba más cerca el 2-0 que el empate de los nervionenses.

Jugada de tiralíneas

Con la presión asfixiante de los locales, el Sevilla no traicionaba a su fútbol y seguía tocando para salir jugando desde atrás. En una de esas acciones y con Nasri como eje vertebrador, los andaluces fueron tocando hasta que en el área rival, un centro de Sarabia era tocado por el guardameta vasco y el rechace lo mandaba al fondo de las mallas con una medio volea el propio Nasri. El empate llegaba en el 54 y aún quedaba mucho partido por jugar.

Tras el gol, Sampaoli empezó a mover el banquillo y dio entrada a Vitolo por un Correa que se marchó con aparentes problemas físicos. También fue el turno para el ‘mudo’ Vázquez en sustitución de un Carlos Fernández que le puso ganas pero que no dispuso de oportunidades de cara a portería. El Sevilla disfrutaba de un buen momento en el partido y las tablas en el marcador podían dar tranquilidad a los visitantes.

Otro fallo y otro gol

Los locales buscaban colocarse por delante de nuevo pero el Sevilla tenía la pelota con más sentido que nunca aunque el Athletic ante su público nunca se rinde y no iba a ser este sábado una excepción. Igual que los andaluces consiguieron el empate con una jugada sacando el balón desde atrás, de ese mismo modo volvió a moverse el marcador. Un fallo en la salida provocó que Balenziaga cogiera el esférico a escasos metros de la frontal del área y con un autopase se plantó casi en solitario delante de Sirigu para cruzarle el balón al palo izquierdo del guardameta galo cuando se jugaba el minuto 66.

Los de Nervión se volvían a colocar por detrás en el marcador de la forma más dolorosa, tras un fallo propio. Tocaba volver a remar contracorriente y Sampaoli quemó el último cartucho que le quedaba. Puso en liza al delantero Vietto y quitó a Nico Pareja. Esto provocó que Iborra retrasara su posición y quedara algo más diáfano el centro del campo.

Con ganas pero sin ideas

Con la entrada de Vitolo, Vázquez y Vietto se podría pensar que el Sevilla tendría la posesión del balón teniendo en cuenta que el Athletic estaba cómodo con el marcador a su favor. Nada más lejos de la realidad, los andaluces atacaban pero jugando con el corazón y no con la cabeza. Sin ningún orden, el Sevilla buscaba la portería de Arrizabalaga. Una de las ocasiones más claras la tuvo Vietto pero esta terminó con el árbitro señalando fuera de juego que con la repetición se observó que no fue tal.

Sirigu rompe el sueño del empate

En un balón colgado del Athletic en busca de un Aduriz que se había convertido en un llanero solitario en territorio sevillista, el balón acababa en las manos de Sirigu ante la presión del delantero español. El cancerbero italiano no tenía otra cosa mejor que hacer que soltarle un codazo al delantero local. El árbitro no lo dudó y señaló penalti y expulsión del portero sevillista. Parecía una broma pero no lo era. La pena máxima era lanzada por el propio Aduriz y bajo los palos un Iborra que poco pudo hacer para que el balón acabara en el fondo de las mallas en el 89.

El Sevilla terminaba perdiendo el partido por 3-1 ante un Athletic que hizo su partido y que solo sufrió en el primer cuarto de hora de la segunda mitad. Sampaoli tendrá que seguir trabajando para que el sistema cale en los futbolistas y no dependa de un solo futbolista como ha ocurrido en el caso de este sábado con Nasri. La próxima cita será de carácter europeo el próximo martes ante el O. Lyon. Su público lo animará como hace siempre pero si el resultado no es el deseado, la gente podría empezar a mostrar su descontento.