Solo cinco días después del desastre en el derbi, reaparecía el Sevilla FC ante su publico con el reto del pase a octavos por delante. Con un rival de inferior categoría en frente como es el Cádiz CF y con la obligación de resarcirse de las heridas ante el Betis. En efecto conseguía el pase a los cuartos de Copa del Rey, venciendo también el encuentro de vuelta gracias a los goles de Ben Yedder y Joaquín Correa. No obstante, las secuelas del 3-5 siguen muy palpables, en el ambiente de Nervión y en el juego de un equipo que tampoco convenció demasiado. Por si fuera poco, el arreón final del Cádiz, que lograba recortar diferencias en el marcador, dejó con un agridulce sabor de boca al aficionado rojiblanco, que no dudó en expresar su descontento, especialmente con algunos jugadores como Sergio Rico o Luis Muriel.

Ben Yedder apaga el "fuego" de Nervión

El Sevilla arrancaba con autoridad, dominando completamente el partido, tocando de uno a otro lado para tratar de abrir huecos en las líneas amarillas. Ben Yedder era el primero en probar suerte  en el primer minuto, con un disparo en la frontal con la pierna zurda que despejaba de manera magistral Rubén Yáñez a córner. Y en la jugada inmediatamente posterior, el propio ariete francés la tuvo después de recoger un mal despeje en el área de Aitor García, pero su lanzamiento salió alto. Arranque agobiante para los hombres de Álvaro Cervera, que buscaron la claridad en el juego por medio de Abdullah y consiguieron enfriarlo unos minutos y de hecho tuvo un primer intento al borde de los 10 minutos pero Barral quedaba en fuera de juego a la hora del remate.

Pero en un ambiente tan enrarecido como es el que envuelve a Nervión últimamente, hacía falta poco para que el Cádiz despertase. Pronto llegaban los nervios y la impaciencia y casi nada le faltó al cuadro visitante para aprovecharlo en torno al cuarto de hora. Primero, Aitor García probaba suerte desde unos 20 metros pero salía blando y cómodo para Sergio Rico, y apenas unos segundos después Barral recuperaba la posesión en tres cuartos tras un grosero error en la salida de balón rojiblanca y estampaba un trallazo contra el larguero, Empezaban a llover los pitos, que se incrementaban con cada pérdida o cada imprecisión.

El Cádiz perdona el gol y Nervión estalla

Durante mucho tiempo, solo Geis inquietó la portería gaditana con un tiro de falta que tocaba en la barrera y salía fuera. y Ben Yedder que veía como Yáñez le quitaba el balón de los pies cuando se disponía a golpear en el área. Y este panorama no serían un espejismo, ya que las dudas seguirían haciendo mella en la mitad de cancha sevillista. A los 25 minutos, Barral habilitaba a Moha Traoré pero éste no lograba resolver bien el mano a mano, golpeando el cuero contra el lateral de la red. 

Pero incluso en los peores momentos, la calidad se termina imponiendo. A los 31 minutos Carole se desmarcaba de su par y habilitaba a Correa, que volvía a toparse con la estirada de Rubén Yáñez en la definición, pero en el rechace y con el arquero batido, Ben Yedder empujaba el esférico a la red para levantar el 1-0.

Gol y mejor nivel sevillista en el último cuarto de hora

Antes del descanso, daría tiempo a que el Sevilla lavara su imagen y se quedase cerca de ampliar la ventaja. Rubén Yáñez volviera a salvar al Cádiz a disparo de Banega, que se quedaba prácticamente solo tras robar a Kecojevic cerca de la frontal. Después, Lenglet remataba cerca del palo izquierdo tras una buena jugada de combinación. Al filo del  descanso, Banega lo intentaba de falta directa y volvía a intervenir el portero amarillo. Pero el marcador no se movería más y los futbolistas locales podían marcharse, al menos, aliviados ya que la misión se estaba incumpliendo y la afición se tomaba la marcha al descanso con tranquilidad.

Disputa de balón entre Nico Hidalgo y Sarabia | Foto: LaLiga
Disputa de balón entre Nico Hidalgo y Sarabia | Foto: LaLiga

Partido sentenciado y a otra cosa

De forma positiva se reanudaba también la contienda, logrando el Sevilla el segundo tanto en su primera ocasión, en un saque de esquina botado a la perfección por Sarabia y cabeceado con elegancia por Correa al interior de la red. La eliminatoria quedaba sentenciada y solo faltaba dejar pasar los minutos.

Con todo hecho, el encuentro bajaba de revoluciones y se iban a suceder algunas llegadas por las bandas de ambos conjuntos, aunque sin grandes ocasiones de gol. Correa chutaba desde el balcón del área marchándose su tiro a la izquierda de Yáñez. Por el lado visitante, destacaría la lesión del lateral derecho Rober Correa, que con molestias en el brazo tenía que dejar el partido. 

En la recta final, el ex sevillista Carrillo ponía a prueba a Rico con un tiro desde fuera del área y Ben Yedder hacía a trabajar a Yáñez con un remate casi en área pequeña que el meta se sacaba de encima como podía. Sin demasiadas distracciones, la grada la tomaba con Sergio Rico y con los atacantes Franco Vázquez y Muriel, que entraban en lugar de Banega y Ben Yedder, corriendo N´Zonzi la misma suerte.

Tras la calma, de nuevo la tempestad

Para colmo de males, el Cádiz iba a dejar su huella al final y la afición sevillista, ya de por sí escocida con su equipo, Álvaro García disparaba desde la semiluna y Sergio Rico despejaba hacia su lado derecho, perdonando Carrillo en un centro al segundo palo poco después. Pero el propio Álvaro García no iba a perdonar poco después, tras recibir un gran pase de Abdullah por encima de la defensa y picar el cuero por encima de Rico, que se quedó a media salida y dejó la meta vacía. Y podría haber sido peor si el atacante utrerano del Cádiz no hubiera marrado el 2-2 tras marcharse del portero nervionense en el mano a mano, pero sin ángulo mandaba la pelota fuera.

Así terminaba un duelo andaluz interesante en lo futbolístico, que al Sevilla le sirve para avanzar en Copa y para aprender que aún le queda mucho por mejorar. En tres días toca visitar Mendizorroza, donde ya no hay trámites que valgan, en lo que será todo un examen para el cuadro de Montella.