En una primaveral tarde de abril se dieron cita Ponferradina y Almería en El Toralín. Sobre el césped, un duelo en el que estaba muchísimo en juego. En los banquillos, dos entrenadores que pronto mostrarían sus cartas en el intento de conseguir los tres puntos, tan necesarios para cualquiera de los equipos que ocupa las zonas más pobres de la tabla. Gorosito plantaba en León su once de gala, tras recuperar a Lolo Reyes y a Morcillo después de haber cumplido sanción. Por su parte, Fabri debía jugar sin Aguza, por lesión; ni Melero, Berrocal y Miquel, por sanción.

Hoyo en uno

Cuando el colegiado cántabro se llevó el silbato a los labios y sopló, el juego dio comienzo. Poco iba a durar el 0-0 en el luminoso, ya que antes de que se cumpliera el minuto 3, en la primera ocasión de los visitantes, Dubarbier por banda izquierda metió un inteligente pase entre líneas pisando área, buscando un rematador. Santamaría, meta local, tocó el esférico, pero Juan Ramírez estuvo muy atento para recoger el rechace y poner el balón en el fondo de las mallas.

Con el 0-1 en el marcador, el Almería se dispuso algo más sólido sobre el verde de El Toralín, y siguiendo muy metido en el choque, Quique González dispuso de otra gran ocasión para volver a golpear, aunque esta vez Santamaría estuvo acertado y despejó con acierto. El Almería se gustaba y quería sacar partido de ese estado de gracia para ampliar su renta. A la Ponfe, por su parte, no le duraba el balón, y trataba de reaccionar ante el vendaval rojiblanco. Buscaba su oportunidad a la contra y con el balón parado, pero aun llegando al minuto 25, Casto solo había tenido que intervenir una vez, en la que Jebor probó su potente disparo. 

El nivel no decayó

Tras cada ataque local el Almería volvía a lanzar una peligrosa contra a cargo de la velocidad de Juan Ramírez y Pozo, que llegaron a gozar de otra ocasión de gran peligro que fue marrada por la zaga de la Ponferradina. Casado lanzaría una falta sobre la portería de Casto alrededor de la medía hora de encuentro, pero el balón no llegó a ir entre los tres palos. Y pasados estos 30 minutos de juego el Almería volvería a asestar una estocada directa al corazón del área. Dubarbier, tras habilitar Pozo un balón que salvó hasta a tres defensas, supo poner un preciso centro al pecho de Quique, quien solo tuvo que tocar para cruzar el esférico evitando a Santamaría y poner el 0-2 en el marcador.

Cuando se alcanzaba el 40' comenzó a llover con fuerza sobre Ponferrada, y el Almería volvía a tomar los mandos del partido. Los de Fabri no sabían sacudirse la presión de los urcitanos, y poco a poco el tiempo se consumía sin que pudieran recortar la distancia en el luminoso. Sin añadir ni un minuto, Arias López señaló el camino a los vestuarios con la primera mitad ya agotada.

Nada cambió tras el descanso

El Almería retomó el juego en la segunda parte adoptando el rol de equipo dominador, acumulando minutos de posesión y evitando que la Ponferradina jugara con una buena presión a todo campo. Fabri no podía permitir este continuismo, así que fue el primero en mover ficha desde el banquillo: en el 52' sustituiría a Djordjevic por Lolo Pavón, buscando más presencia en el frente de ataque, aunque corriendo riesgos. Poco después dispuso de una internada en campo rival, pero la zaga almeriensista, muy atenta, abortó el peligro. Y de nuevo Fabri, en el 56', mandaría cambiar a Khomchenovsky por Pablo Infante.

Pero avocarse tanto al ataque conlleva mucho peligro en la retaguardia, y esto sería aprovechado por el Almería, que por medio de un centro desde banda, esta vez de Michel Macedo, volvía a encontrar Quique González para que este pusiera el segundo tanto en su cuenta personal y el 0-3 en el marcador cuando se alcanzaba el 58'.

Tras el gol el Almería se dispuso a dormir el encuentro, sin querer perder rápido y distribuyendo con inteligencia. El tiempo corría a favor de los andaluces, y estos querían aprovechar este hecho, inédito en la mayor parte de la temporada para ellos. Gorosito decidió en el 71' que era buen momento de realizar la primera sustitución: se marchaba un extenuado Pozo para dar cabida en el once a Iván Sánchez. Acto seguido, agotaría los cambios Fabri, retirando a Acorán por Caiado.

La Ponferradina apretó el partido

A diez minutos del final, el recién ingresado Caiado pondría el 1-3 en el luminoso tras un fallo de la zaga, haciendo que las pulsaciones de jugadores y afición subieran exponencialmente. Para dar mayor orden, Gorosito decidió introducir en el terreno de juego a Soriano, en sustitución de Juan Ramírez.

Con José Ángel tocado y hundido, el Almería agotaba también sus cambios, entrando en juego Fran Vélez por el centrocampista. La Ponferradina atacaba una y otra vez, intentando seguir recortando unidades en el marcador, jugando contra el muro planteado por Gorosito y a contrarreloj.

Se añadirían tres minutos más de juego en El Toralín, en los que el único que proponía algo era el combinado dirigido por Fabri, mientras que los almerienses se dedicaban a destruir toda posibilidad de que sumaran un gol más. Y en uno de esos despejes, tras caer Morcillo dolido al suelo, el colegiado decretó el final del choque, confirmando la primera victoria de los rojiblancos fuera de casa en esta temporada.

Los resultados acompañaron

Las derrotas de Albacete y Huesca, junto con los empates de Llagostera y Bilbao Athletic propiciaron la salida de la zona de descenso de la UD Almería. Será vital para los rojiblancos ganar en casa la próxima jornada a uno de los citados anteriormente, Bilbao Athletic, en busca de poner más tierra de por medio, siendo la distancia entre ambos de 9 puntos. 

Los de Gorosito dejan la zona peligrosa de la clasificación a tan solo un punto, el que le separa del Huesca. Con 32 se encuentran Llagostera y Albacete, en las plazas 20ª y 21ª, respectivamente.

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Sobre el autor
Álvaro Pérez Fernández
Redactor en VAVEL.com (España) de la UD Almería.