Miguel Ángel Corona comenzaba a tono el partido frente al Nàstic de Tarragona del pasado domingo en el Juegos Mediterráneos. Junto con Joaquín, formaba una pareja en la medular capaz de crear juego y también de evitar peligros a su zaga. Pero era tan solo el minuto diez de juego cuando una adversa entrada realizada por el talaverano para cortar un contraataque rival silenciaba de forma instantánea el feudo rojiblanco. El capitán sufrió un fuerte impacto en su rodilla y una brecha en la barbilla fruto del choque contra el rival. Los gestos de dolor del rojiblanco y la entrada apresurada al terreno de juego de las asistencias médicas traían consigo los peores diagnósticos posibles. 

Tras la victoria por 3-0 del conjunto indálico, el propio jugador tranquilizaba a la afición anunciando que el grado de la lesión iba a ser menor del esperado. Este martes Corona se ha sometido a las primeras pruebas médicas y se le ha diagnosticado un esguince en el ligamento lateral interno de la rodilla y un edema óseo en el fémur. Pese a que es necesario una segunda observación, que será llevada a cabo por el doctor Pedro Luis Ripoll, máximo responsable de los servicios médicos del club, se estima que el jugador se recuperará en aproximadamente siete u ocho semanas.

El centrocampista del conjunto urcitano ya ha comenzado la primera fase de su recuperación, el tratamiento a manos de los fisioterapeutas del club. El jueves se realizará el segundo examen médico y se concretará el periodo de recuperación. 

Cuando parecía que la zona de creación iba a recuperar la mayor parte de sus efectivos, se suma uno más a la lista de la enfermería. En ella se encuentran tanto Azeez como Corona, pero la abandona Pape Diamanka, que ya goza del alta para competir. Fran Vélez, que cumple sanción, también podrá ser alineado, de igual manera que el almeriense Joaquín y José Ángel.

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Sobre el autor
Julio Pérez Fernández
Redactor de la UD Almería