Jorge López y Francisco Javier Farinós son dos viejas glorias de nuestra Liga. Con más de 200 partidos disputados en Primera División, todo indica que sus días de esplendor ya pasaron y que sus carreras tocan a su fin, pero ambos se niegan a colgar las botas y están convencidos de que aún no han dicho la última palabra en el mundo del fútbol. A continuación, un breve repaso a su extensa trayectoria futbolística.

Jorge López, un riojano con una calidad ineludible

Formado en las categorías inferiores del Club Deportivo Logroñés, Jorge López – hermano del también futbolista Iñigo López - tuvo que abandonar en 1999 el equipo de su tierra. Con un bagaje de 29 partidos, la delicada situación económica y deportiva que atravesaba el club obligó a la entidad riojana a desprenderse de uno de sus jóvenes canteranos. El jugador tomó rumbo a Villarreal, un humilde pueblo de la provincia de Castellón cuyo equipo por aquel entonces ascendía a Primera División por segunda vez.

Jorge López vivió los mejores años de su carrera vistiendo la camiseta ‘grogueta’. El riojano se convirtió rápidamente por méritos propios en una de las piezas claves del equipo y su buen trabajo no pasó desapercibido, puesto que su nombre llegó a sonar con fuerza para la selección española. Jorge disputó un total de 134 partidos con el Villarreal, donde anotó 30 goles a lo largo de las cuatro temporadas que militó en el equipo castellonense (1999-2003). Sus excelentes números no dejaban indiferente a nadie y el Valencia se fijó en él para reforzar su centro del campo.

La misma temporada que llegó al club 'che', el riojano formó parte de la plantilla que firmó una de las temporadas más esplendorosas y gloriosas que se han escrito en la capital del Túria. De la mano de Rafa Benítez, el Valencia consiguió su famoso 'doblete', conquistando la Liga y la extinta Copa de la UEFA. No obstante, su adaptación no resultó sencilla y pronto la vitola de estrella con la que llegó al club valencianista se fue diluyendo para convertirse en un jugador más secundario.

La situación empeoró tras la marcha de Benítez al Liverpool y la llegada de Claudio Ranieri en la temporada 2004/2005. El italiano no contaba con él, por lo que se marchó cedido hasta final de temporada al Mallorca. En el club bermellón se convirtió en un jugador importante y disputó 29 partidos, en los que anotó 1 gol. Una grave lesión de rodilla en la recta final de temporada truncó su gran año.

La siguiente campaña volvió a las filas del Valencia, pero pasó la mayor parte de la temporada en el dique seco recuperándose de su lesión. La temporada 2006/2007 el jugador acabó contrato con la entidad valencianista y se fue libre al Racing de Santander. La afición de El Sardinero sólo lo pudo ver de racinguista durante una temporada, con un balance de 36 partidos disputados y 6 goles, ya que en el último día del mercado de fichajes de 2008, el Zaragoza se hacía con los servicios de Jorge López por una cifra de 3 millones de euros, convirtiéndose así en el fichaje más caro de Segunda División.

Marcelino, que aquella temporada acababa de llegar al banquillo de La Romareda con el objetivo de devolver el equipo a Primera, no dudó en contar con la experiencia y la calidad del riojano para tratar de ascender al equipo. Y Jorge no falló. Con la camiseta zaragocista, recuperó su mejor fútbol y volvió a rayar a ese fantástico nivel que tanto le había hecho brillar en el Villarreal. Esa temporada firmó 16 asistencias y anotó 7 tantos, por lo que se convirtió en pieza clave del ascenso y uno de los jugadores más queridos por la afición.

No obstante, las rachas vienen y van, y tres temporadas después de su llegada, el club maño decidió no prorrogar su contrato y el riojano se desvinculó del Zaragoza. Pese a ser un jugador veterano – 33 años - , Jorge seguía teniendo muy buen cartel fuera de España. Uno de los clubes que llamaron a su puerta fue el OFI Creta de Grecia. El de Logroño no se lo pensó y emprendió esta exótica aventura como si se tratase de un niño con zapatos nuevos.

Jorge disputó 24 partidos con el equipo cretense en los que anotó un único gol. Sin embargo, su paso por la Super Liga griega fue relativamente corto, ya que, pese a sonar con insistencia como posible refuerzo para el Real Murcia, en la temporada 2012/2013 el riojano tomó rumbo a Bélgica para incorporarse a la disciplina del KAA Gent, equipo que por aquel entonces dirigía Víctor Fernández.

En junio de este año terminó contrato con la entidad belga y por ahora continúa sin encontrar equipo. Desde el mes de octubre, Jorge, con el permiso del club maño, se ejercita con el Zaragoza B para no perder la forma, como ya hacía antes de marcharse a Bélgica. Aun así, el riojano no baja los brazos y espera volver a tener una oportunidad en el fútbol de élite.

Farinós, una eterna promesa venida a menos

Francisco Javier Farinós es uno de esos jugadores que apuntaban muy alto, que nacieron con madera de estrella pero que, poco a poco, vio cómo su luz se fue desvaneciendo al cabo de los años. Su andadura en el mundo del fútbol comienza en las categorías inferiores del Valencia. De la mano de Jorge Valdano, ‘Fari’ debutó en Primera División en el conjunto ‘che’ en la temporada 1996/1997. Riazor fue el primer estadio que sería testigo de su gran talento.

Durante las cuatro temporadas que Farinós vistió la camiseta valencianista, el de la Torre disfrutó sin lugar a dudas de su época más esplendorosa. Ganador de la Copa Intertoto, la Copa del Rey y la Supercopa de España, el valenciano ayudó a llevar al equipo de su tierra a la cita europea más importante que ha disputado jamás en su historia: la final de la Liga de Campeones.

Su gran calidad no pasó desapercibida para diversos clubes europeos de gran prestigio. Con 115 partidos en Primera División y un total de 10 goles, no le faltaban novias. Farinós fue pretendido por muchos equipos, pero fue finalmente el Inter de Milán el que consiguió hacerse con sus servicios. Unos 18 millones de euros eran los responsables de que el jugador abandonara la displicina ‘che’ en dirección a Milán.

A priori, a un jugador del corte de Farinós le hubiera tenido que venir como anillo al dedo el fútbol italiano. Bregador, peleón, sacrificado en la contención, recuperador de balones, ordenado tácticamente y con un gran despliegue, pero a la vez, sabía conducir el balón con criterio y asociarse y tenía cierto olfato de cara a gol. Esa era la carta de presentación de un futbolista que lo tenía todo para triunfar y consagrarse como uno de los grandes jugadores del panorama europeo, pero le pudo la presión y le costó en exceso amoldarse y adaptarse al estilo de juego del Inter.

La llegada de Héctor Cúper al banquillo interista, con el que ya había coincidido en el Valencia, le hizo gozar de menos oportunidades y paulatinamente fue perdiendo protagonismo. Pese a ello, Farinós disputó un total de 76 partidos durante las tres temporadas que vistió la camiseta nerazzurra (2000/01, 2001/02 y, posteriormente, 2003/04), en las que compartió vestuario con jugadores de la talla de Ronaldo, Seedorf o Vieri, entre otros. El momento más recordado de su etapa como jugador del Inter se produjo cuando tuvo que vestirse de portero en su regreso a Mestalla en cuartos de final de la Copa de la UEFA después de que el guardameta titular, Toldo, fuera expulsado y ya no quedaran más sustituciones.

Tras pasar los primeros meses de la temporada 2002/2003 lejos de los terrenos de juego por una lesión, en el mercado de invierno el club italiano decidió cederle media temporada al Villarreal. Un club en vías de crecimiento como era el conjunto 'groguet' le vino de perlas a Farinós, ya que fue titular en la mayoría de los partidos y volvió a sentirse futbolista después de tanto tiempo en el dique seco. El equipo castellonense intentó alargar su cesión un año más, pero el Inter se negó en todo momento y la campaña siguiente volvió a la disciplina interista.

Después de una temporada sin pena ni gloria en el club lombardo, Farinós volvió a ser cedido a un club de la liga española, esta vez, al Mallorca. En las filas bermellonas, el valenciano se convirtió en un baluarte en el centro del campo y fue una pieza indiscutible en el once, donde contribuyó a que el equipo isleño mantuviera la categoría de forma 'in extremis'.

Viendo el gran rendimiento que mostró el valenciano en esa temporada, el conjunto mallorquín no dudó en hacerse con sus servicios. No obstante, Farinós no rindió como se esperaba y su presencia en el equipo fue decayendo hasta el punto de que su mala forma física le impedía acabar los partidos.

'Fari' abandonó el Mallorca con la carta de libertad y, tras entrenarse en las filas del Charlton Athletic, el Hércules llamó a su puerta y el valenciano no dudó en probar fortuna con el club alicantino. Pese a tratarse de un equipo que estaba en Segunda, a Farinós le entusiasmó la idea de devolver este histórico de nuestro fútbol a la Primera División. Estaba considerado la estrella del proyecto, pero le costó bastante arrancar. Durante su primera temporada, su pésimo estado de forma le causaba ganarse los silbidos de la grada. El jugador valenciano parecía tocar fondo y nadie creía que volvería a ser aquel joven jugador que deslumbró a media Europa. Aunque no llegó a rendir a ese excelso nivel, 'Fari' se erigió como el cerebro del equipo y llevó la manija de la nave herculana como tanto se le exigía. Tras sendos intentos frustrados, en la temporada 2009/2010 contribuyó a lograr el ascenso a Primera 14 años después.

Su gran nivel hizo que el Hércules le renovara su contrato dos años más, pero otra vez las fatídicas lesiones le pasaron factura y apenas pudo tener continuidad. Con el descenso del equipo, Farinós abandonó las filas alicantinas y se marchó al Levante. Como jugador 'granota', disputó 30 partidos y ayudó al conjunto valenciano a firmar una temporada histórica al clasificarse por primera vez para la Europa League. A pesar de la oferta de renovación que le ofrecía el club, Farinós dio una lección de honestidad ya que no quiso vincularse a ningún club hasta que se recuperase completamente de su operación quirúrgica.

Tras recuperarse satisfactoriamente, en el mercado de invierno de la pasada temporada Farinós recaló por segunda vez en el Villarreal, donde volvió a disfrutar de un nuevo ascenso. Este verano, pese a que el jugador arrastraba una lesión - en la cual hasta hace poco seguía inmerso -, la entidad amarilla aseguró que contaba con él y que no tenía que buscarse ninguna salida. Aunque es consciente de que gozará de pocos minutos y tendrá un rol bastante secundario, este valenciano se niega a decir la última palabra en el mundo del fútbol.

Estadísticas individuales

Jorge López Estadísticas Farinós
134 Partidos jugados con el Villarreal 33
30 Goles con el Villarreal 3
45 Partidos jugados con el Valencia 149
4 Goles con el Valencia 13

(Foto 1: losblanquillos.com; Foto 2: plazadeportiva.com; Foto 3: racinguistas.com; Foto 4: marca.com; Foto 5: mas.superdeporte.es ; Foto 6: elmundo.es; Foto 7: everyfutbol.com; Foto 8: futbol.as.com; Foto 9: diarioinformacion.com; Foto 10: losgranota.com)