CHARLOTTE, Carolina del Norte - Tom Brady no lo pudo volver a hacer. Lo que tantas otras veces fue un drive agónico con final feliz, esta vez quedó en frustración. El drive existió, el avance relámpago también. La ejecución falló. A la hora de entrar a matar, Brady acabó interceptado en la endzone y los Patriots, equipo con las costuras maltrechas, cayeron ante los Panthers para dar alas a Cam Newton y compañía.

Los Carolina Panthers plantearon un partido intenso desde su defensa, pilar de un conjunto que cada vez aspira más a cotas grandes esta temporada. Sus siete victorias -por solo tres derrotas- lo aseveran de manera clara. Cam Newton culminó un partido sobrio, maduro. Ganó la batalla a uno de sus ídolos confesos con números de 19 pases completos de 28 intentos para 209 yardas, con tres envíos para touchdown -hacia LaFell, Olsen y Ginn concretamente-. De ahí salieron todos los puntos de Carolina a excepción de tres, en un field goal anotado por Graham Gano.

Unos Patriots apagados en la primera mitad

La parcela defensiva de New England no estuvo tan precisa como otras ocasiones y el regreso de Aqib Talib estuvo lejos de ser una mejora para convertirse en una pesadilla. Steve Smith fue un incordio muy molesto para un Talib que ya estaba desquiciado mucho antes del final. La escenificación de todo ello la encontró el partido cuando el cornerback de New England agarró de la pierna a Smith sin mayor sentido que el de la pérdida de control. Aquello se tradujo en una falta personal que le dio 15 yardas y una muy buena posición de campo a los Panthers.

Carolina no permitió touchdown en la primera mitad y ya van diez partidos consecutivos sin dejar que ello ocurra. Récord que ya sobrepasa la época de las televisiones. El choque se decidió en el último cuarto cuando Newton remató un trabajado drive con un pase de 25 yardas para Ted Ginn, que agarró al balón y esquivó contrarios con un mérito tremendo. Casi mayor que el de Newton, que este año tiene un equipo que le quiere acompañar al éxito.

Último drive de infarto

Pero, tras el touchdown de Carolina, aún quedaba la última opción, esa que tanto gusta en los Patriots. La épica va con ellos y este año, con todas las bajas, aún más. Aun así, algún día tenía que salir cruz y fue en este Monday Night Football. Tom Brady puso el miedo en las gradas del Bank of America Stadium. Tras superar obstáculos, intentos en cuartos downs y una dura batalla contra el crono -que marcaba un minuto cuando cogió el balón-, los Patriots se plantaron cerca de la yarda 20 de Carolina con tres segundos por jugarse. La última elección de Brady fue fallida. Su pase se quedó corto y, además, fue interceptado por el rookie Robert Lester.

La tensión aún permaneció unos segundos más en la endzone, ya que un árbitro lanzó su pañuelo después de juzgar pass interference sobre Rob Gronkowski. Pero, para Brady y los suyos, el milagro en forma de falta se esfumó cuando, tras deliberar, los árbitros juzgaron que la falta era inexistente por producirse fuera del alcance del balón. Tom Brady se marchó del campo hablando con los árbitros, molesto y cabreado hasta el túnel de vestuarios. Los Panthers celebraron, el estadio bramó y su temporada sigue viento en popa. La de los Patriots también, su 7-3 les da margen, pero las últimas semanas de regular season serán claves para determinar qué aspiraciones tiene un equipo muy tocado por las lesiones.