El próximo domingo en el Sports Authority Field at Mile High de Denver se jugará la Final de la Conferencia Americana, y más allá de ser el enésimo enfrentamiento Manning – Brady, concretamente es la decimoséptima vez que se enfrentan, y de qué probablemente sea el último, dejemos la épica para otro momento y centrémonos en los datos.

En el momento actual Denver Broncos y New England Patriots no pueden ser equipos más diferentes. Denver se presenta en esta final con un quarterback, Peyton Manning, lejos de su mejor momento de forma. Pese a que todo el entorno del equipo, incluido él, se apresuran a reafirmar lo bien que se encuentra físicamente, los que vimos su partido el pasado fin de semana nos pudimos dar cuenta que su precisión en este momento no es la mejor, que su brazo de lanzar carece de fuerza y qué se apresura en la toma de ciertas decisiones sí hay posibilidades de que le llegue un golpe. En la otra punta del espectro se encuentra el quarterback de Patriots Tom Brady. El mayor problema de Brady esta temporada no han sido sus lesiones, sino las que han mermado su linea de ataque durante el último tramo de la temporada.

Quizás el quebradero de cabeza más complicado que tienen este fin de semana los Broncos es como parar a Rob Gronkowski, la opción natural sería el cornerback Aquib Talib, pero aun contando con Chris Harris, también hay que tener en cuenta a Julian Edelman y Danny Amendola, las otras dos opciones favoritas de Brady para desarrollar el juego de pase. En el lado local, el pase de Broncos dependerá en gran medida del estado físico de Manning, que en circunstancias parecidas la semana pasada, dejó claro que su brazo a conocido tiempos mejores y complicó bastante la vida a sus receptores principales Emmanuel Sanders y Demaryius Thomas.

Con estos datos, Denver debería centrar su juego en la carrera, con un Ronnie Hillman como corredor pricipal y un C.J. Anderson, algo desdibujado respecto a la temporada pasada, pero con capacidad para avanzar entre los linebackers de Nueva Inglaterra, Jamie Collins y Dont'a Hightower que arrastran ciertas lesiones y tras la perdida definitiva de Jerod Mayo, aun cuando este no ha sido su mejor año. Por contra la carrera de Patriots está prácticamente desaparecida, con el veterano Steven Jackson como parche de última hora y un poco efectivo Brandon Bolden y lo tendrán complicado frente al front seven local.

Seria bueno destacar que las ultimas visitas de Patriots al estadio de Mile High no han sido precisamente propicias, habiendo perdido cinco de los seis últimos partidos jugados allí. Pareciera que la altura no es buena para los de Boston.

Y para finalizar destacar que no será un partido fácil para ninguno de los dos entrenadores. Gary Kubiack puede verse en la situación de elegir entre desarrollar un juego más del gusto de Manning y centrado en el pase, contra su estilo más habitual y en el que la carrera es parte importante y que vimos con claridad en los partidos que lideró Brock Oswelier, Bill Belichick por su parte deberá plantear un plan de juego que potencie los puntos fuertes del ataque de los Patriots y minimice sus bajas especialmente en defensa.

Ya solo queda por ver qué será lo que se imponga el domingo, si el dominante ataque de New England o la poderosa defensa de Broncos. Las apuestas están a favor de Brady y los suyos, pero desde luego no va a ser un partido fácil. Pero nadie dijo que el camino hacia la Superbowl lo fuera.