Jonathan Quick, guardameta de Los Angeles Kings, se convirtió en historia viva del hockey hielo estadounidense tras la victoria que su equipo consiguió por 5-0 frente a los Blackhawks. Al acabar el partido sin encajar un solo gol en 32 disparos (curiosamente, el número de su camiseta) Quick, de 30 años de edad, consiguió el shutout número 41 en su carrera, lo que le hizo pasar a ser el portero estadounidense con más shutouts de toda la historia de la NHL. Antes del encuentro, compartía el liderato con 40 con el mítico John Vanbiesbrouck y la leyenda de los Bruins, Frank Brimsek.

Aun con el empate, Quick ya había superado tanto a Vanbiesbrouck como a Brimsek ya que el primero llegó a la cifra de 40 shutouts tras disputar 882 partidos en su carrera. Mientras, Brimsek necesitó bastantes menos y dejó el listón en 514 partidos. Quick no solo consiguió rebajar este récord, sino que, además, su shutout número 41 ha llegado en su partido 463, una auténtica barbaridad. Además, si los Kings entran en Playoffs, Quick podría también convertirse en el líder de shutouts en la postemporada ya que, ahora mismo, está empatado con Mike Richter con nueve cada uno.

Tras observar estos números, no cabe duda de que Jonathan Quick se está convirtiendo en uno de los mejores porteros estadounidenses de la historia y, quizá cuando se retire, sea considerado el mejor de todos los tiempos. Cabe la posibilidad de que no sea así, pero donde no puede haber discusión es que Quick es el mejor meta de toda la historia de los Kings. El norteamericano sostiene numerosos récords en la franquicia angelina como el de más victorias (246), minutos jugados (27.079), porcentaje de goles por encuentro más bajo (2.26) y porcentaje de paradas por encuentro (.916). Números de auténtica leyenda.