La evolución deportiva de lo que en algún momento fue una manera de ganarse el sustento alimenticio, y posteriormente fue una letal forma de guerrear. Éso es lo que representa el tiro con arco y es por ello por lo que su presencia en los Juegos Olímpicos estuvo fuera de dudas desde que Pierre de Coubertain impulsara este evento a finales del siglo XIX. Considerado como el deporte más antiguo de la historia por parte de los Récord Guinness, este ejercicio de precisión y fortaleza mental, también requiere de mucha técnica a la hora de diferenciar los tiempos de tiro y tener en cuenta todos los factores que pueden influir en el resultado final, como el viento.
La primera competición oficial de 1583 en Finsbury (Inglaterra), al amparo de los reyes ingleses que mostraron un gran interés en esta disciplina, tal y como demuestra el hecho de que el primer club de tiro con arco de la historia fue fundado por Enrique VIII en 1537, recibiendo el nombre de Hermandad San Jorge. En Amberes 1920 perdió su condición de olímpico, y hubo altibajos hasta que en Munich 1972 regresó con numerosas reformas en el formato de competición, como fue la introducción de la modalidad por equipos, en Seúl 1988, y la introducción de las eliminatorias uno contra uno, en Barcelona 1992.
¿Cuál es el formato de competición?
Se ha ido renovando a lo largo de la historia en aras de dotarle de mayor visibilidad y espectacularidad. La tensión es máxima en todo momento por lo que se requiere de silencio para favorecer la concentración de los deportistas, que se pueden llegar a jugar su clasificación en una sola flecha.
El tiro con arco es la única disciplina olímpica en la que se competirá el 5 de agosto, día de la ceremonia de inauguración. Ninguno de los tiradores podrá acudir a ese evento, ya que al día siguiente estarán jugándose las medallas. Tanto en la competición individual como en la de equipos, se lleva a cabo una fase clasificatoria en la que se lanzan 72 flechas desde 70 metros, y atendiendo a los resultados se establece un ránking.
Las flechas llegan a alcanzar velocidades superiores a los 200 km/hA partir de ese ránking se organizan las eliminatorias directas que se irán produciendo hasta llegar a la final, es decir, el último contra el primero, el penúltimo contra el segundo y así sucesivamente. Las eliminatorias directas constan de sets, entendidos éstos como el lanzamiento de tres flechas. El ganador tras esas flechas se lleva dos puntos y el otro cero, y si se empata uno cada uno. El ganador de un set es el que llega a seis puntos, y si hubiera empate a cinco todo se jugaría a una flecha. En la modalidad por equipos es exactamente igual, con la salvedad de que cada uno de los tres arqueros que conforman el equipo tira dos flechas, por lo que cada sets consiste en el lanzamiento de seis, y no de tres.
La diana se encuentra instalada sobre unos apoyos de esparto y con 15º de ángulo. Dividida en diez círculos concéntricos, que son los que marcan las puntaciones que se obtienen en función de dónde se inserta la flecha. Es preciso tener en cuenta que si la flecha toca dos franjas de puntuación distintas, se toma como referencia el valor más alto.
Españoles en Río de Janeiro 2016
Disciplina dominada por Corea del Sur, sobre todo en el ámbito femenino, la competitividad es máxima ya que requiere de una precisión tal que el favoritimismo puede diluirse en tan solo un lanzamiento algo regular. La perfección es lo mínimo exigible, y solo aguantan los más fuertes mentalmente. Bélgica domina el medallero, con diez preseas, seguidas de Estados Unidos y Francia, mientras el ya citado país asiático recorta distancias en los últimos años.
España cuenta con una medalla de oro en los Juegos Olímpicos. Fue la cosechada en Barcelona 1992 por el equipo masculino, constituido por Alfonso Menéndez, Juan Carlos Holgado y Antonio Vázquez. Desde aquella hazaña no ha vuelto a ser posible obtener presea, pero siempre ha habido representación en una prueba en la que parece haber opciones de hacerlo bien en esta edición.
La juventud del equipo español hace pensar en un futuro esplendoroso en este deporte, y un presente con serias opciones ya de cuajar una gran actuación. En la modalidad masculina es donde se aprecian los brotes verdes más fuertes y esperanzadores, de mano de tres hombres que no superan los 23 años. Miguel Ángel Alvariño es subcampeón del mundo junior, oro en los Juegos Europeos de Bakú y campeón en la final de la Copa del Mundo. Arraigado a su Galicia natal, este arquero se resiste a abandonar su zona de confort, donde se ha rodeado de especialistas entre los que destaca el psicólogo deportivo Jaime Montero. Convencido de sus posibilidades y sin nada que perder, acude este joven a la cita olímpica.
En la modalidad femenina, Adriana Martín será la única representante, aunque no parece con opciones de medalla
Uno de los compañeros en la modalidad por equipos de Alvariño pero rival en la individual, será Antonio Fernández. Oro y plata en los Juegos del Mediterráneo, el cacereño se muestra confiado de poder obtener presea, tras haber cuajado un ciclo olímpico prolífico en récords nacionales.
Juan Ignacio Rodríguez completa la terna española en Brasil, con el aval de haber sido campeón del mundo junior y plusmarquista mundial en modalidad olímpica. Aún joven y algo falta de experiencia, el de Galapagar combina su función de arquero con estudios de telecomunicaciones, aunque el último año se ha centrado más en el tiro con arco atendiendo a sus buenos resultados y posibilidades de hacer historia en Río de Janeiro.
Todo puede pasar en una competición como ésta, erigiéndose cualquier mínimo detalle en un elemento que decante la balanza de uno u otro lado. Ambición, ganas e ilusión no faltan entre los arqueros nacionales, que quieren devolver a España a la cima de este deporte.