El inicio de una nueva era siempre se antoja ilusionante. La selección española de hockey hierba quiere dejar atrás el amargo sabor de boca que le dejó su participación en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016, donde un cruel final en su partido de cuartos le dejó fuera de la lucha por las medallas. Fue un golpe muy duro para el hockey nacional pero en el deporte todo continúa y los red sticks ya afrontan una nueva etapa que se antoja ilusionante.

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Y es que el equipo nacional es una conjunción de veteranos y jóvenes que aspiran a crear un equipo sólido y sin fisuras, que les permita adquirir automatismos y cosechar buenos resultados en su camino a Tokio 2020. Con esa finalidad se organizó el stage técnico en Terrasa, que ha incluido la disputa de dos amistosos ante Irlanda. En el primero España dominó de principio a fin, pero las cosas fueron distintas en el segundo.

España remontó con garra

Los irlandeses salieron más motivados e intensos que en el anterior encuentro, y eso se notó desde el inicio. Fue un partido muy cerrado, con gran movimiento en el centro del campo y pocas incursiones de peligro. Irlanda abrió el marcador en el minuto 22 y supo defender su renta hasta la segunda parte, cuando llegó la reacción de los discípulos de Fred Soyez. El empate llegó con un penalti transformado de Pepe Romeu, y cuando el partido ya agonizaba, Álex de Frutos se erigió en el héroe, al aprovechar un rechace.