Tras desperdiciar dos oportunidades para sumarse al tren de la copa, el Levante hizo de anfitrión para el derbi, con la obligación de sumar como mínimo siete puntos para estar en la Copa. El choque comenzó de forma pausada, sin ocasiones para ningún combinado.

La primera intervención de mérito fue de Molina, el meta visitante repelió la primera del Levante a tiro de Antoñito, salvo por esa intervención, el cancerbero no se vio en mayor peligro ya que los de David Madrid no aprovecharon las ocasiones para “abrir la lata”.

Con la benevolencia blaugrana, Peñíscola le cogió el pulso al partido, realizando la primera acometida mediante Lucas Bolo, solo ante Prieto el guardameta tuvo que atrapar en dos tiempos el fuerte golpeo, desaprovecha do así la más clara hasta el momento, en la contra Cecilio pudo inaugurar el marcador, pero la gran colocación de Molina volvió a desestimar la ocasión granota.

En un partido de ritmo lento, la figura del “30” castellonense se hacía más grande a cada oportunidad repelida, incluso su zaga se creyó capaz de inaugurar la cuenta del derbi, pero Esteban a la salida de saque de esquina remataba arriba en boca de gol, dejando vivo al cuadro del Cabañal.

Finalmente llegaron los goles en los últimos 5 minutos de la primera mitad. Por un lado, Levante consiguió adelantarse tras las numerosas ocasiones nombradas anteriormente, tras una buena jugada individual de Lucas Tripodi, que puso el pase atrás para que Cecilio anotara a puerta vacía.

La alegría no duró mucho en el pabellón, ya que, en la siguiente jugada, Ivan Rumbo anotaría el empate tras un centro raso desde el costado izquierdo. Tras esta última ocasión, ambos conjuntos desfilaron hacia el túnel de vestuarios.

Juan Emilio fue un quebradero de cabeza para la defensa local I Foto: Levante UD
Juan Emilio fue un quebradero de cabeza para la defensa local I Foto: Levante UD

Tras el paso por vestuarios, se vio un Levante totalmente diferente, ya que comenzó a presionar la salida de pelota del conjunto visitante. Aún así, durante los primeros cinco minutos no se destaca ninguna ocasión reseñable, a parte de un disparo de Lucho, que se marchó por encima de la meta defendida por Molina.

Con un ambiente más caldeado que en la primera mitad, el juego se volvió a ralentizar y se basaba en un ataque lento y posicional por parte de ambos conjuntos, más concretamente por parte de la escuadra local, que poseía la mayor parte de posesión pero sin ocasionar peligro alguno.

A falta de 7 minutos para el final, el Cabañal estalló, después de que ninguno de los dos colegiados señalara una mano dentro del área visitante por parte de Iván Rumbo, que de este modo evitó el tanto de Emilio Buendía.

Un minuto más tarde, el mismo jugador que había cometido el "penalti" ponía por delante a Peñíscola Rehabmedic tras un fuerte pase por parte de Esteban que dejó sentado a Cecilio y pilló descolocado a Prieto.

Siguiendo la tónica de la primera mitad, pero alternándose los papeles, Levante empataría el partido por parte de Tripodi tras una falta efectuada desde el costado diestro, lo que hizo aumentar los ánimos de un pabellón que observaba como su equipo tenía la posibilidad de volver a perder.

Ese ímpetu se trasladó al terreno de juego, aumentando la efusividad de los jugadores. Esteban tras una trifulca junto al banquillo blaugrana, vio como se marchaba expulsado a falta de cinco minutos. El Levante aprovechó una de las varias acometidas que gozó con la superioridad, engañando Thiaguinho a todos los rivales y con un disparo colocado consiguió batir a un inexpugnable Molina.

A falta de de tres minutos para la conclusión, Albert Canillas optó por el juego de "cinco para cuatro". Aún así, como ambos conjuntos habían cumplido el cupo de las cinco faltas, y tras una falta cometida por Pedro Toro, Peñíscola tenía la oportunidad de empatar pero un enorme Prieto salvó la acometida de Mauricinho, y mantuvo las esperanzas del conjunto local para lograr una victoria necesitada.

A falta de 15 segundos para el final, y tras una serie de rebotes dentro del área local, Peñíscola empató el encuentro gracias al tanto de Bagatini, que hacía vibrar a la afición visitante.

Pero el Levante nunca se rinde, y a falta de 20 décimas para el final, Buendía anotaba el tanto de la victoria tras una contra por parte de Cecilio que dejó solo frente a Molina al pívot jienense y hacia vibrar el pabellón al grito de "SÍ SE PUEDE" en referencia a la Copa de España.