El 15 de diciembre del 2014 había sido la última vez que Josh Gordon le había dado 6 puntos a los Cleveland Browns. Exactamente 1,456 días después, el egresado de Utah volvió a aparecer en la zona prometida para, en aquel momento del partido, empatar el marcador ante los Green Bay Packers

Gordon registra 154 yardas en los dos partidos que ha disputado en su regreso a los emparrillados. Josh ha logrado renovar la ofensiva de unos Browns que cada vez están más necesitados de recursos que puedan ayudarlos a evitar el 0-16 en la temporada. El quarterback DeShone Kizer parece entenderse bien con su número 12, aunque no terminan por capitalizar las pocas oportunidades que se les presentan en el partido. 

Después de firmar tres cuartos brillantes ante los Packers, donde Cleveland estuvo adelante en el marcador 21-7, los Browns encontraron la manera de desperdiciar la única ventaja que han tenido en el último cuarto desde su última victoria. Las dos anotaciones tardías que enviaron el partido a tiempo extra ya representaban un golpe anímico negativo, que terminó por consumarse con la recepción de Devante Adams que significó una nueva derrota. 

A falta de tres semanas para que termine la temporada regular, el panorama no luce muy alentador para los fans de los Browns. Con dos duelos divisionales ante los Balimore Ravens y los Pittsburgh Steelers, el partido de la Semana 16 ante los Chicago Bears parece ser su última oportunidad para evitar ser, junto con los Detroit Lions del 2008, los únicos equipos en terminar la temporada sin una sola victoria. 

El único aspecto positivo que pueden rescatar los Browns es la renovación en su organización, esa que promete conseguir buenos resultados en el futuro. La incorporación de John Dorsey parece ser la clave necesaria para aprovechar las bastas selecciones que poseerán en los futuros drafts. El problema es que no existe una solución a corto plazo que les permita evitar escribir un capítulo más en los récord negativos de la NFL.