Lo que ocurrió en Survivor Series fue el inicio de esta gran rivalidad que parecía muy lejana a la realidad y que ni el mayor fanático esperaba. Lo cierto es que, tras muchos años de ausencia, Goldberg hizo un retorno sorpresivo encabezado por un videojuego que lo trajo de vuelta a los cuadriláteros.
Tras el fracaso de ambos dentro de la Royal Rumble Match, Lesnar eliminado por Goldberg y éste eliminado por The Undertaker, se pactó el enfrentamiento en Wrestlemania, donde estas riñas llegarían a su fin, y dejarían un ganador recordado por el escenario.
En el trayecto Goldberg venció a Kevin Owens en Fastlane, convirtiéndolo en Campeón Universal, y transformando el combate en Orlando a una lucha titular.
La vitrina de los inmortales abre un nuevo capítulo para el emergente campeonato de RAW, defendido por primera vez en el magno evento del entretenimiento. Goldberg se hace presente, pero a diferencia de los choques anteriores, el ahora inducido al salón de la fama, es inmediatamente recibido por el alcalde de Suplex City ante la aprobación de su vocero, Paul Heyman.
Sin embargo, un par de lanzas parecían traernos recuerdos de sus enfrentamientos anteriores, incluyendo una destructiva contra la barricada de protección fuera del ring. Y cuando un F5 se preparaba para salvar el momento, otra lanza derribó al ex campeón de UFC. El toque final llegaba, un Jackhammer para el retador, pero ante la sorpresa de los presentes el destino aún no estaba escrito, y el canto del “Yes” enloquecía las gradas.
Como gladiador, Bill Goldberg preparaba una lanza más para acabar con La Bestia en el coliseo, pero con un salto felino todo acabó, y bienvenido de vuelta a la ciudad de los Suplex alemanes. Luego del décimo lanzamiento contra la lona, un F5 le daría por fin su venganza a Lesnar y su quinto campeonato mundial en WWE, campeonato que aún ostenta en su cintura y lo defenderá en el evento central de New Orleans frente a Roman Reigns.
