Hace varias semanas Jericho anunció en una entrevista que la relación entre la empresa de wrestling japonesa y él había finalizado, sin embargo, apareció el pasado fin de semana. El luchador canadiense apareció entre el público para atacar a Naito cuando este se desplazaba en dirección a los vestuarios. De esta forma se reavivo la rivalidad que había entre ambos, después de que Jericho atacase a Naito en el evento New Year's Dash.

Tras aparecer de forma sorpresiva el 5 de noviembre en un evento de la empresa japonesa para retar a Kenny Omega a un combate, Jericho ha estado ligado a NJPW. El luchador canadiense se enfrentó a Omega en NJPW WrestleKingdom 12, pero no pudo con el portador del IWGP United States Heavyweight Championship del momento. El combate fue recibido como uno de los mejores de la noche y recibió la calificación de cinco estrellas.

Pocos días después del combate contra Omega, Jericho apareció para atacar en New Year's Dash a Tetsuya Naito. El líder de Los Ingobernables de Japón no pudo hacer nada ante el ataque de Jericho. Cuando parecía que la rivalidad se enfriaba, Jericho estaba en otros derroteros y Naito con la consecución del IWGP Intercontinental Champion, todo volvió a primer plano con el ataque del canadiense.

Jericho, que se encontraba enmascarado entre el público, saltó la valla del público para atacar a Naito. El canadiense, haciendo caso omiso al sonido de la campana, subió a Naito al ring para seguir golpeándole. Tras quitarse la máscara y descubrirse, Jericho aplicó un Codebreaker y bajó al ringside a por la campana. Tras atacar a su rival con la campana y dejarlo sangrando en la lona del ring, Jericho se marchó.

Hace una semana Jericho luchó con la WWE en el evento The Greatest Royal Rumble, donde entró con el número 50 y encaró a Owens. La relación de Jericho con la WWE parece que solo fue para una lucha y que tardará en volver a la compañía de Vince McMahon a tiempo indefinido.