Hoy cumple 43 años un histórico de la NFL. Ray Lewis, el exlinebacker de los Baltimore Ravens, nació un 15 de mayo de 1975. Bendito día para los Ravens. 21 años después, en 1996, el nuevo equipo de la liga lo escogería en la primera ronda del draft de ese año (elección 26). Resultó ser una elección legendaria.

Lewis jugó toda su carrera en Baltimore. En total, 17 temporadas liderando la defensa desde la posición de linebacker. Ya en su primer año como rookie, fue el encargado de realizar más placajes de su defensa. Año tras año, comandó a los Ravens hasta el 2012, cuando puso punto y final a su completísima carrera. Se le contabilizan exactamente 2.643 placajes, el récord de la franquicia.

Pero no todo eran simples placajes para Lewis. Al final de su carrera sumó 41’5 sacks y 31 intercepciones, convirtiéndose en el único jugador en toda la historia de la NFL en conseguir a la vez más de 40 sacks y 30 intercepciones. Recuperar el oval era una de sus especialidades: entre intercepciones y fumbles robados, totalizó 50, el segundo lineabacker que más de toda la historia.

Ya con estas cifras sobre la mesa puede uno imaginarse lo inmenso que llegó a ser este jugador. Por ello, fue seleccionado 12 veces para la Pro-Bowl, ocho veces para el equipo All-Pro, mejor jugador defensivo nombrado por la prensa en 2000 y en 2003 y componente del mejor equipo defensivo de la década de los 2000.

Y todo ello porque Lewis fue un jugador regular. Mejor dicho, regularmente formidable. Por eso los Ravens contaron tantos años con él, y por eso ostenta dos récords más con Baltimore: más temporadas jugadas (17) y más partidos (228), donde se incluyen dos participaciones en la Super Bowl. En la edición XLVII, los Ravens cayeron con los 49ers, pero por lo menos, Lewis pudo levantar el título en el año 2000 (edición XXXV), cuando Baltimore venció a los New York Giants por 34-7.

Este año 2018 entró en el Salón de la Fama de forma totalmente merecida. Ahora Lewis es comentarista en la Fox, mientras los Ravens han bajado claramente el nivel competitivo sin él. Por otra parte, el exlinebacker se vio envuelto en una polémica al aparecer arrodillado, una vez ya retirado, con otros jugadores de los Ravens mientras sonaba el himno nacional. Como consecuencia, la estatua que se le erigió en los alrededores del estadio tuvo que ser protegida por estar amenazada de sufrir daños. Una polémica que ni mucho menos ensucia todo lo que Lewis dio a esta franquicia. Felicidades por tu carrera y felicidades por tus 43 años.