Los Pittsburgh Steelers no podían permitirse el lujo de arrancar la temporada sin victoria en sus primeros tres partidos. Por el contrario, decidieron romper la seguidilla negativa ante uno de los invictos del torneo, los Tampa Bay Buccaneers, quienes parecieron regresar a su realidad después de dos semanas de ensueño. 

Los locales se aparecieron en el marcador de manera temprana. Ben Roethlisberger concedió la primera entrega del balón del partido con una intercepción a manos de Justin Evans. Los Bucs supieron capitalizar la oportunidad y anotaron los primeros siete puntos del partido, luego de un pase de anotación de Ryan Fitzpatrick Cameron Brate y el punto extra de Charles Cantanzaro

Pittsburgh respondió inmediatamente gracias a una bestialidad de Vance McDonald, quien llegó a la zona prometida con un pase de anotación de 75 yardas, luego de haber arrollado al defensivo que se cruzó en su camino. Sin embargo, Chris Boswell no logró sellar el empate, ya que falló el punto extra para continuar con el mal paso en la temporada. 

Aún así, a los Steelers no les pesó esa mínima diferencia, ya que aprovecharon que los locales se convirtieron en una máquina de entregas de balón durante el segundo cuarto. Un balón suelto de Chris Goodwin y tres intercepciones de Ryan Fitzpatrick después se tradujeron en una ventaja de 24-3 durante el segundo periodo del partido. Con un gol de campo de Boswell y tres anotaciones, una de Antonio Brown, otra de Ryan Switzer y otra más de Bud Dupree, los visitantes ampliaron considerablemente la distancia. 

Para la segunda mitad, Pittsburgh se dedicó a consumir el tiempo de juego, aunque ello significó renunciar a volver a hacerse presentes en el marcador. Por el contrario, con la presión y encima, los Bucaneers hicieron lo que pudieron para recortar distancias, aunque ya era demasiado tarde. 

En el último cuarto, Tampa Bay pensó que podrían tener una oportunidad, luego de las anotaciones de Chris Goodwin y Mike Evans, ambas a pase de Fitzpatrick. Con los goles de campo que Cantanzaro había conseguido previamente, los Bucs se acercaron peligrosamente en la pizarra, aunque el tiempo jugaba a favor de los visitantes. 

La defensiva de los Steelers hizo su trabajo cuando los Buccaneers empezaron a buscar la victoria. Los locales tuvieron que despejar cuando el partido agonizaba, esperando que su defensiva lograra una jugada grande. Sin embargo, ésta nunca llegó, sino todo lo contrario; de la mano de los acarreos de James Conner, Pittsburgh aseguró el triunfo incluso antes de la última pausa de los dos minutos. Después de ella, el Big Ben se dedicó a poner rodilla en tierra para terminar el encuentro con la mano en alto. 

Los Tampa Bay Buccaneers tendrán que viajar a Chicago para enfrentar a una de las mejores defensas de la liga, cuando se vean con los Bears. Por otro lado, los Pittsburgh Steelers recibirán a los Baltimore Ravens en el tradicional domingo por la noche, en otra edición más de esa dura rivalidad de la AFC Norte.