En un mes se puede hipotecar el año de competencia. La NFL tiene estas cosas. Tras la dura derrota ante SteelersAtlanta está en ese camino. Con una victoria en los primeros cinco juegos, sus posibilidades de ingresar a la postemporada por tercer año consecutivo corren riesgo. Serán claves los juegos ante Tampa Bay Buccaneers y New York Giants, ambos de local, para acomodarse en una división que tienen a los Saints y Panthers como favoritos.

Igualmente, no será fácil y las estadísticas así lo indican: en la historia, solo 10 equipos que tuvieron arranque 1-4 pudieron acceder a postemporada. ¿La defensiva es la culpable? ¿Podrán superar la crisis y mirar los play offs con más optimismo?

Para entender este presente no se pueden dejar afuera las lesiones. Los Falcons perdieron al profundo a Keanu Neal por el resto de la temporada y al apoyador Deion Jones por buena parte de la misma (volvería en la semana 11). Días después, el safety Ricardo Allen sufrió una lesión en el tendón de Aquiles y es baja toda la campaña. Arthur Blank, dueño de la franquicia, reconoció que “las lesiones no son excusas” pero la realidad es que los Halcones perdieron en dos semanas a su columna vertebral y eso se notó.

La defensiva ocupa, actualmente, el puesto 31º en toda la NFL. Desde la semana tres reciben más de 30 puntos por juego: 43 frente a los Saints, 37 de los Bengals y 41 de parte de los Steelers. En este sentido, es imposible tener aspiraciones si tu defensiva no responde. El Head Coach, Dan Quinn, se vio preocupado por el nivel defensivo pero desestimó que se firmen nuevos agentes libres, mostrando total confianza a los novatos Duke Riley y Damontae Kazee.

La ofensiva también tiene su cuota de responsabilidad al no poder cerrar los juegos en los momentos justos. Ante los Saints tuvo la última posesión con el juego igualado, no lo cerró y lo perdió en OT. Contra Bengals, ganaba por tres y estaba en zona roja. No pudo anotar el touchdown, se conformó con un gol de campo y fue derrotado con una anotación de A.J Green en el último segundo.

Floja actuación de Atlanta ante los Steleers. (Imagen: Falcons.com)
Floja actuación de Atlanta ante los Steleers. (Imagen: Falcons.com)

Si bien el panorama no es alentador, los siguientes cinco duelos son frente a rivales con record perdedor. No obstante, primero deberá comenzar por mejorar su aspecto defensivo. Para ello, será clave forzar pérdidas de balón del rival que generen puntos a favor. En ese rubro, los Falcons son el peor equipo de la NFL. Además, deben cargar más contra el quarterback rival, obligándolo a lanzar incomodo o tal vez a regalar el ovoide. En ese aspecto, tanto Drew Brees, Andy Dalton o Ben Roethlisberger jugaron muy cómodo en la bolsa y dañaron mucho por aire.

Por otra parte, en la ofensiva deben darle más prioridad al juego terrestre. Atlanta es uno de los peores equipos por tierra (se ubican 26º) y todo el peso del ataque recae sobre los hombros de un Matt Ryan que está jugando en gran nivel. En ese aspecto, la ausencia de Davonta Freeman se hizo notar pero tanto Tevin Coleman como Ito Smith no pudieron influir en el juego.

Po último, Steve Sarkisian tendrá que encontrar la forma que Julio Jones, uno de los mejores receptores de la liga, sea decisivo en zona roja. El wide receiver todavía no anotó touchdown en lo que va de la temporada y esa responsabilidad recayó sobre el novato Calvin Ridley.

Este domingo los Falcons enfrentan a los Buccaneers y deberá quedarse si o si con la victoria para seguir con ilusión de pelear por ingresar a la postemporada. De lo contrario, se irán despidiendo, de manera temprana, del sueño de disputar un Súper Bowl en el Mercedes Benz Stadium.