No es habitual que los dos equipos del estado canadiense de Alberta hagan tratos, pero la necesidad obliga y se impone a la rivalidad, así este pasado viernes se anunciaba el pase desde Calgary a Edmonton de James Neal, y el camino en dirección contraria de Milan Lucic. La operación no se limita solo al intercambio de los jugadores, los Oilers retendrán el 12,5% del sueldo de Lucic (750 mil dólares anuales) y reciben de forma condicional la elección de tercera ronda en el draft de 2020 de los Flames. Teniendo en cuenta los contratos actuales de los jugadores, la operación supone sumar 500.000 dólares contra el límite salarial para los Oilers, y restar ese mismo medio millón para los Flames.

El futuro de ambos aún por decidir

Aun así no está asegurado que ambos delanteros de 31 años ya, vayan a vestir los jerseys de estos equipos en la temporada por empezar el próximo otoño. James Neal, tras las entrevistas que mantendrá con los dirigentes de Edmonton, podría ver rescindido su contrato, lo que supondría un ahorro para Edmonton de 3,83 millones de dólares por temporada, opción que se impondría si se piensa que el jugador no puede llegar a valer su sueldo. El caso de Lucic es diferente, su contrato está protegido por primas que evitan la disminución de sus emolumentos en caso de ser rescindido por el equipo, pero el jugador sí que podría ser utilizado como moneda de cambio de cara a un futuro trato con otro equipo.

Neal buscará retornar a la senda de la eficiencia que le ha llevado a superar la marca de 20 goles durante 11 temporadas consecutivas hasta aterrizar la pasada en Calgary. Sus posibilidades de remontar al juego ya demostrado parecen más seguras que las de un Lucic que ha firmado dos temporadas decepcionantes, pero al que quizás, el cambio de aires y compañeros le dé  la oportunidad de ser el delantero que aporta los goles que hay que sumar a los de la estrella del equipo para ser candidatos a la Stanley Cup.

Un trato del que parecen salir mejor parados los Oilers, que reciben al jugador que promete más rendimiento en lo deportivo o que en su defecto, en caso de despido, le permite un ahorro interesante en su monto salarial, frente a unos Flames que tienen un más difícilmente recuperable Lucic y cuyo valor como ficha en un traspaso a día de hoy no es seguro.