Los Baltimore Ravens dieron un brusco cambio en los controles la temporada pasada con un mariscal de campo novato, y su apuesta hizo que el equipo gane la AFC Norte, y por ende meterse en los playoffs.

John Harbaugh entregó la titularidad a Lamar Jackson por encima de Joe Flacco, quien le dio a la franquicia su último título de la Super Bowl en la temporada del 2012.

Lamar es la apuesta de Harbaugh para su ofensiva. Foto: Ravens
Lamar es la apuesta de Harbaugh para su ofensiva. Foto: Ravens

Baltimore se convirtió en un equipo corredor y terminó la temporada con 2,441 yardas terrestres, la segunda mayor cantidad de la liga la temporada pasada únicamente detrás de las 2,560 yardas de los Seattle Seahawks.

Jackson se convierte en una de las historias más intrigantes de la liga esta temporada después de que la selección de primera ronda de 2018 estableció el récord de mariscal de campo de la temporada de la NFL con 147 acarreos. Comenzó siete juegos, pero promedió 17 acarreos masivos por juego y ocupó el séptimo lugar en toda la NFL con 556 yardas por tierra.

Usando su velocidad eléctrica y sus movimientos evasivos, Jackson buscará superar a su ídolo de la infancia Michael Vick, quien es el único quarterback que corrió por más de 1,000 yardas en la liga (lo hizo en 2006). También buscará convertirse en el noveno mariscal de campo en anotar touchdowns por tierra de dos dígitos.

Los acarreos de Jackson han sido uno de los temas más discutidos durante la temporada baja, en mayo el propietario Steve Bisciotti aseguró que correrá menos este año.

"No creo que correr tanto como hice el año pasado. Hubo muchos cambios repentinos al año pasado. Este será totalmente diferente". declaró el joven mariscal.

Sin embargo, Harbaugh comentó que esperaba que Jackson mantuviera una carga de trabajo similar en su segundo año.

Uno de los desarrollos más dramáticos en el campo de entrenamiento fue que Jackson mostró una mejora significativa en su mecánica y precisión campo abajo. Esta es un área donde tuvo problemas la temporada pasada. En las últimas siete semanas de la temporada regular (cuando Jackson hizo todas sus aperturas), conectó el 37.5 por ciento de sus lanzamientos (9 de 24) que viajaron al menos 15 yardas en el aire. Eso ocupó el puesto 24 en la NFL. Si Jackson puede ser más eficiente en esos pases, la ofensiva de los Ravens será peligrosa esta temporada.

Como ayuda para esta mejora, el 8 de los Ravens suma entre sus armas al drafteado en primera ronda, Marquise Brown, quizás alguien que se consolide como su aliado a la hora de lanzar pases, aprovechando su gran velocidad y buenas manos.

Teniendo en cuenta que las defensivas de la liga ya tuvieron tiempo para tomar nota de una ofensiva explosiva y terrestre de Baltimore, y tomando de ejemplo lo hecho por los Chargers en postemporada, dando cátedra de como parar este ataque, sin duda que la importancia de la mejora en los lanzamientos le darán una ventaja a Lamar para seguir escribiendo su historia en la NFL.

Jackson puede ser el mariscal de campo más atlético que hemos visto, por lo que obviamente está tentado a intentar zambullirse de cabeza y/o recibir un golpe en lugar de simplemente hacer el juego seguro y deslizarse. Pero también es cierto que es uno de los más entretenidos de observar, y es por ello que los ojos estarán puestos en el hombre que manejará los controles de una franquicia que va en búsqueda de revolucionar la liga que conocemos.