Doce derrotas seguidas ha esperado el gerente general Kevyn Adams para despedir fulminantemente a Ralph Krueger. Es difícil explicar por qué ha aguantado tanto para cesar al técnico alemán. Un equipo que desde hace mucho tiempo no funcionaba en ningún aspecto táctico ya fuese en defensa o en ataque. Capaz de estar 177 minutos sin marcar un gol, creo que pocos equipos de hockey sobre hielo en la historia ostentan tan ridícula marca.

Además, Krueger no ha sabido lidiar con los problemas que han ido sucediéndose en el equipo en esta corta pero apretada temporada. Por un lado, hace mes y medio, el equipo tuvo que estar de baja dos semanas por COVID-19, y a la vuelta de dicha cuarentena se ha visto a un equipo cansado, desmotivado y sin rumbo.

Por otra parte, la lesión de larga duración de Jack Eichel, o el "caso Jeff Skinner" en el que Krueger "castigó" al jugador tres partidos injustificadamente, o el poco rendimiento que han dado los fichajes de verano, entre otras muchas cosas, dan como resultado ser el peor equipo de la liga con diferencia, tener la tercera peor racha de la historia de los Sabres en derrotas consecutivas, y por si fuera poco, quedarte prácticamente fuera de playoff otro año más (y van diez), cuando aún quedan dos meses de competición.

Si con todo esto, Kevyn Adams no ha visto con anticipación que debería haber cesado a Krueger muchas semanas atrás, igual lo que falla también dentro del club, es el propio Kevyn Adams.

  • Un final inevitable

Después de la dolorosa derrota en Nueva Jersey, el entrenador de 61 años aún se mostraba con fuerzas para continuar: "Sigo disfrutando de este trabajo en este momento tan difícil. Pero estamos aprendiendo y creciendo como organización, y sacaremos fuerza de esto para el futuro", dijo el ya ex-entrenador de los Sabres.

Ralph Krueger llevaba año y medio en los Buffalo Sabres, y aún le quedaba otro año más por cumplir.  Aunque el propio gerente general Kevyn Adams se mostraba dispuesto a sustituirle en el cargo, finalemente lo hará de manera interina Don Granato, quien tendrá como ayudantes a Matt Ellis y a Dan Girardi.

Krueger se va, y con su marcha los Sabres suman su quinto entrenador desde 2013 y los peores años  desde que se constituyó la franquicia. Malos tiempos para los Sabres sin duda, pero la historia del equipo, sus jugadores, y su afición deben valer para que el equipo resurja de sus cenizas de una vez, y cabalgue de nuevo por el camino de la gloria, gloria que sí obtuvo en pasadas décadas.