La distribución de los 31 equipos en cuatro nuevas divisiones que se adaptaran mejor a las condiciones de pandemia que se arrastran desde la primavera de 2020, hizo que los cuatro últimos equipos vivos en la competición no lleguen vía eliminatorias de conferencia, si no divisionales, enfrentados en función de su clasificación general en la liga. De hecho, los enfrentamientos entre Tampa Bay e Islanders, y el de Vegas contra Montreal aparezcan catalogados como "Stanley Cup Semifinals" y no como "Conference Finals".

Consecuencia de esto, no se esperaba que los trofeos que tradicionalmente se entregaban a los campeones de conferencia, y por tanto finalistas de la Stanley Cup, el Prince of Wales Trophy en el este y el Clarence S. Campbell Bowl en el oeste fueran a entregarse esta temporada, y que por tanto los equipos que pasaran esta ronda, aspirarían solo al izado de un banderín de finalista al techo de su pabellón si no conseguían el premio máximo.

Esto que era solo una suposición, fue finalmente confirmado por una fuente de la liga a la cadena ESPN el pasado 14 de mayo, con lo cual parecía que ese momento tras el cierre de la serie en el que los aficionados esperan si el capitán del equipo finalista se resistía a la superstición de tocarlo o no, nos iba a ser vedado quedando todo liquidado con el tradicional apretón de manos entre rivales.

Crosby ignoró la superstición en 2018, y ganó | Foto: NHL.com
Crosby ignoró la superstición en 2018, y ganó | Foto: NHL.com

Pero en el hockey la historia y la tradición pesan muchísimo, y finalmente el pasado día 11 de junio, la NHL daba marcha atrás, y hacía público que ambos trofeos estarían en juego también en 2021, en concreto, el Prince of Wales Trophy se jugará en la eliminatoria que enfrenta a dos equipos de la tradicional Conferencia Este, Tampa Bay Lightning y New York Islanders, mientras que el Clarence S. Campbell Bowl lo lucharán Vegas Golden Knights y Montreal Canadiens.

Esta segunda eliminatoria, al haber un equipo del oeste y otro del este nos deja un hecho muy curioso, y es que los Habs que tienen en sus vitrinas la friolera de 25 Prince of Wales, podrían añadir un Campbell por primera y excepcional ocasión a su historial, siempre y cuando sean capaces de batir a uno de los grandes favoritos al título.

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