H.G. Wells y la lucha de clases
By Library of the London School of Economics and Political Science (H.G. Wells , c1890 Uploaded by Fæ) [see page for license http://www.flickr.com/commons/usage/], via Wikimedia Commons

Británico y de clase media-baja, nacido en el seno de una familia cada vez más empobrecida, tuvo de trabajar desde muy joven y necesitó becas para poder estudiar, ayudas que le fueron retiradas cuando no sacaba las notas requeridas.  Herbert George Wells se rompió una pierna con ocho años, lo que lo dejó una larga temporada en la cama, tiempo que le vino bien para aficionarse a la lectura y que alimentó el deseo de escribir. Cuando contaba con apenas once años su padre sufrió un accidente que le impedía trabajar lo que hizo que tanto él como sus hermanos tuvieran que entrar a trabajar como aprendices de diversos oficios para mantener a la familia. Llegó a ser aprendiz en una tienda de textiles, un negocio similar al que había regentado su familia, y esta experiencia le inspiró historias como “The Wheels of Chance” una de sus primeras novelas cómicas donde trata de la revolución social que implica el uso de la bicicleta como medio de transporte, o “Kipps: The Story of a Simple Soul”, su primera novela de corte familiar. Estos y otros títulos conforman lo que se llama la novela sociológica o didáctica de Wells, en la que en unos casos se muestra un maestro paternal que está dando un lección mientras en otros se mofa de la sociedad en la que ha crecido y utiliza la sátira para mostrar las incoherencias en las que vive la gente como en “Tono-Bungay” donde se ridiculiza a los nuevos ricos.

“Quitando un pasaje de altura, no veo el interés de escribir por la belleza del lenguaje sin más”

A Wells le marcó profundamente su infancia de clase obrera “media”. Ni lo suficientemente baja como para no recibir una educación pero tampoco lo suficientemente alta como para poder ser visto de igual a igual con gente de mayor estatus económico, una sociedad, la de finales del siglo XIX y comienzos del siglo XX que alimentaba a una aristocracia en decadencia gracias a la boyante economía de los nuevos ricos burgueses, estos últimos, comprando su reconocimiento social a golpe de talonario a unos linajes en declive que lo tenían por derecho de nacimiento.

Wells lograría un estatus ligeramente mayor que el que le había dado su cuna gracias a sus estudios universitarios y finalmente a su trabajo como profesor y escritor. En la Universidad fue alumno de Thomas Henry Huxley, defensor a ultranza de la teoría de la evolución de Charles Darwin y fue uno de los fundadores de la revista “The Science School Journal”, en la que editaría su primera novela “La máquina del Tiempo” por entonces con el título “The Chronic Argonaut’s” (Los Argonautas Crónicos). Para muchos esta novela solo refleja su gran imaginación y supone uno de los grandes hitos de la ciencia-ficción, sin embargo, Wells nunca sintió la necesidad de escribir por el placer de escribir. Para él escribir era un medio para conseguir un fin, una forma de hacer llegar sus ideas a los demás y la ciencia-ficción una forma más sutil y entretenida, quizá incluso más inteligente y sugerente, una forma de hacer que quienes no se interesaban por saber de los problemas reales del mundo se pararán a pensar en ellos tras leer sus historias. Y por eso, a pesar del desprestigio de este género, que no era visto como un género literario serio, posiblemente era uno de los géneros más críticos socialmente, por lo que no se comprende que todavía haya quien diferencia la obra social de Wells  de su obra de ciencia-ficción, dado que toda su obra es de corte crítico y social.

"Aplicando la teoría de la evolución"

Es precisamente “La máquina del Tiempo” una de sus obras más complejas en este sentido, quizá por ser la primera, pues solo se entiende a través de la ideología de izquierdas y su convicción en la teoría evolutiva del autor. Un libro que en la mayoría de sus adaptaciones a la gran y pequeña pantalla no ha sabido reflejar la verdadera idiosincrasia de los Morloks, terribles, desalmados y deformes, herederos de las clases bajas, de las clases oprimidas que, en ese futuro postapocalíptico, parecen ser los malos de la historia, depredadores de un pueblo sencillo y agraciado, los Eloi, vegetarianos y carentes de inteligencia, pero que son los herederos naturales de las clases altas y opresoras. Para la mayoría de aquellos que descubren a Wells sin su contexto correspondiente, solo pueden observar una historia donde unos monstruos quieren comerse a unos sencillos habitantes de la superficie. Si profundizamos, Wells nos muestra como los monstruos han sido creados por la estupidez de aquellos que se sentían superiores sin realmente serlo y la evolución los coloca en su sitio, por debajo en la cadena alimentaria. Se debe entender esta historia como un aviso de rebelión de las clases oprimidas. Precisamente una de las creencias del protagonista de su historia y sus amigos es que la sociedad del futuro estará regida por el socialismo y cuando conoce a los Eloi piensa precisamente que es eso lo que ha sucedido, pero cambia de opinión al conocer a los Morlock, comprendiendo que lo que ha sucedido ha sido justamente lo contrario.

Durante algún tiempo Wells pertenecería a la Sociedad Fabiana, un movimiento socialista británico cuyo propósito era avanzar en la aplicación de los principios del socialismo democrático mediante reformas graduales. Estas firmes convicciones se ven muy reflejadas en su obra más temprana como ya se ha visto en “La máquina del Tiempo”, pero poco a poco irá sucumbiendo a la realidad y mostrándose más pesimista, ejemplos de ello serán obras como “El destino del homo sapiens” en la que duda seriamente sobre la supervivencia de la raza humana. No habría diferencia en la idea primordial de estos dos libros, sin embargo, si la habría en el tono y su finalidad. El primero estaría escrito con la esperanza de que la gente abriese los ojos y cambiase su forma de vivir la vida, la segunda estaría dando a entender que no habría mucho que hacer para evitar el desastre. En definitiva, no se produce un cambio en sus ideas sino en la forma de contarlas.

Hoy en día la mayor parte de la obra de este autor se encuentra libre de derechos y disponible gracias a proyectos como el Gutenberg. Dada su ideología, la difusión gratuita de su obra es algo que seguro que habría aceptado de muy buen grado.  

VAVEL Logo