Tom Sykes es el piloto más en forma del mundial de Superbikes. El piloto de Kawasaki ganó tres de las últimas cuatro carreras y subió al podio en seis de las últimas siete. Solo en la segunda prueba de Malasia fue incapaz de acabar entre los tres primeros. Aquella no fue una carrera normal, pues cayó un diluvio que empapó la pista y condicionó el fin de semana de Sykes, que ya había ganado cómodamente la primera prueba.

Los resultados acompañan en las últimas fechas a Sykes y el británico lo agradece. Ha sido capaz de recortar la desventaja con su compañero de equipo. Al empezar la segunda parte del campeonato, la diferencia entre los dos pilotos de Kawasaki es de 56 puntos. Pueden parecer muchos, pero todavía restan 14 carreras para concluir el curso y Tom Sykes depende de sí mismo para ser campeón, como ya fue en 2013, aunque no será una empresa fácil.

El buen momento de forma del británico se ve en cada sesión y él mismo admite la facilidad con la que le han salido las cosas en las últimas pruebas del mundial. "Siento que he encontrado un poco de armonía con la Kawasaki Ninja en las últimas carreras. Estoy muy motivado y relajado, y ahora estamos aprovechando todo este impulso", comentó sobre sus sensaciones con la moto japonesa.

Tom Sykes no se marca un objetivo para la octava ronda del campeonato, aunque se muestra ansioso por correr en el siempre difícil trazado de San Marino. "Estoy deseando correr en Misano porque tenemos una gran afición allí. El circuito es estrecho y revirado, lo que siempre se presta para una buena carrera. Algunos equipos han hecho un test en Misano hace poco, pero espero compensar eso cuando llegue allí", concluyó.

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David García Martín
Los buenos siempre ganan