Una penalización que le obliga a salir en la última posición ha lastrado una gran sesión clasificatoria para McLaren-Honda, y en concreto, para Fernando Alonso. El piloto asturiano había entrado en Q3 y terminó en novena posición, pero el cambio de motor que realizó previo al inicio de la sesión clasificatoria ha provocado que mañana salga en último lugar. Stoffel Vandoorne, que se quedó fuera en Q2, avanza hasta la décima posición.

Una jugada que, a ojos de Fernando, había salido redonda, tal y como admitió a los micrófonos de Movistar F1: "Sabíamos que mañana íbamos a salir últimos de todos modos, pero quería hacer una gran sesión de clasificación y lo he conseguido. Hemos entrado en Q3 por los pelos y únicamente podíamos ser décimos. Al final Vandoorne sale en la posicion que nos toca y tiene neumáticos nuevos, yo me voy para atrás, por lo que la jugada ha salido bien".

En lo que respecta a la estrategia de carrera, el bicampeón admite que va "a ciegas" ya que en los Libres 2 la sesión fue en agua y nadie tiene datos sobre los rivales en cuanto a tandas largas o ritmos de carrera se refiere, aunque tratarán de buscar una estrategia para sorprender a sus adversarios más directos: "Vamos todos un poco a ciegas, no tenemos información sobre las tandas largas. Pero conocemos bien su rendimiento, su comportamiento y para nosotros lo más complicado será ir detrás de 19 coches con todo el aire turbulento. Estaremos obligados a hacer algo diferente al resto para ganar posiciones. Se plantea una carrera bastante complicada".

Por último, Fernando explicó que los cambios producidos en su monoplaza eran necesarios y que no era para nada algo premeditado, sino de sorpresa: "El equipo ha trabajado toda la noche y esta mañana me han dicho que teníamos que cambiar el motor. No estaba planeado, el motor solo había sido usado en la carrera de Malasia y en la de Singapur, aunque luego tuve el incidente. Trastoca todos los planes, pero ahora toca remontar" sentenció. 

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