Lewis Hamilton no ha podido acabar la temporada por los aires; pues no ha ganado en Abu Dabi, pero, habiéndose coronado Campeón del Mundo de Fórmula 1, ¿qué más da eso? El británico salía por detrás de su compañero Bottas, pero a pesar de que llevaba un gran ritmo durante la carrera, Lewis no pudo superar al finés.
"Hay que dar la enhorabuena a Valtteri, ha sido una gran carrera. He dado todo lo que he podido. Hay que dar las gracias al equipo, es todo un honor poder competir para ellos. Os quiero y os aprecio, tengo ganas de volver el año que viene (a Abu Dabi)”, declaraba al terminar el Gran Premio.
Y es que Hamilton ha tenido una temporada de menos a más. Su rendimiento se vio aumentado y de qué manera en la segunda mitad del año, al finalizar el parón veraniego. Un ritmo endiablado en clasificación y una gran consistencia en carrera han hecho que Hamilton, a nivel de habilidad, haya prosperado óptimamente.
Aunque si es cierto que fallos en sus rivales le han favorecido en su ascenso al liderazgo del Mundial (véase los problemas de Vettel en Japón, Malasia y sobre todo, el punto de inflexión: Singapur); el de Oxfordshire ha demostrado estar donde tenía que estar en el momento justo. Los diez años en la máxima categoría le han valido para madurar y aprender de sus errores, pues ésta temporada, salvo en la primera mitad del año, ha tenido un año espectacular lleno de grandes momentos y emociones, bridando al espectador la dosis de adrenalina necesaria.
Además, la buena relación que ha entablado con Valtteri Bottas desde el principio ha ayudado y de qué manera a que Mercedes gane el Mundial de Constructores ya en Austin. Todo un ejemplo de compañerismo y deportividad.