Mal inicio para el equipo austriaco que aspiraba a mucho esta temporada y que, de momento, los resultados no han sido los esperados. Tras los test de Barcelona, Red Bull era colocado [incluso por Mercedes] como el mayor rival por el título ante los de Brackley. Todos les colocaban por delante de Ferrari y, tras las dos primeras carreras del Mundial, no es ni  por asombro lo que esperaban y la distancia con los italianos y los alemanes es abundante.

Ferrari ha conseguido ganar las dos primeras carreras del Mundial, de la mano de Vettel, y cuentan con el inesperado abandono de Raikkönen el pasado Gran Premio, y Mercedes va a su estela, pero Red Bull quedó fuera las primeras de cambio, y la carrera de Baréin fue para olvidar. Las caras de los mecánicos e ingenieros en las primeras vueltas, cuando ambos pilotos se quedaban fuera a las primeras de cambio.

Uno por un problema eléctrico y otro por un toque con un rival, pero los dos pilotos se quedaron fuera de una carrera que, a no ser que mejoren las cosas, parece quedarse ya muy lejos el Mundial, después de haberse disputado tan solo dos carreras. Red Bull parece haberse quedado sin ideas, después de haberse visto fuertes al principio, pero perdidos ahora.

Daniel Ricciardo

El piloto australiano no tuvo nada de suerte en Baréin. Apenas duró una vuelta en el trazado del desierto y se quedó tirado fuera de la pista por un problema eléctrico de su coche. La salida no había sido la esperada, pero se encontraba entre los de cabeza cuando se quedó tirado, pero esto es la Fórmula 1 y estas cosas pueden pasar.

En Australia consiguió colocarse poco a poco y con cabeza entre los cuatro primeros tras un mal comienzo, pero en Baréin no tuvo la oportunidad, por eso en China solo necesita la fiabilidad que no ha tenido en la segunda prueba del Mundial. Cuenta con doce puntos en el Mundial de pilotos, y nadie duda de lo que puede dar el australiano, pero China será un gran examen no para él, sino para el equipo.

Ricciardo tras el abandono en Baréin | Foto: Getty Images Europe
Ricciardo tras el abandono en Baréin | Foto: Getty Images Europe

Max Verstappen

El joven talento holandés no esperaba empezar de esta forma el Mundial, la cuarta de su carrera deportiva en la F1, la tercera a bordo de un Red Bull. Max Verstappen ha sufrido en estas dos carreras lo que nadie creía, porque veían en esta temporada la consagración [lo poco que le queda para conseguirlo] en la Fórmula 1. En Australia cometió demasiados errores que le relegaron a las sexta posición, y en Baréin, un toque con Hamilton le mandó a casa.

Su rueda sufrió un pinchazo que le hizo abandonar después de que el alerón de Hamilton le rozara en un intento de adelantamiento al piloto inglés. China debe ser el Gran Premio que reavive la ilusión y los buenos resultados de los dos pilotos del equipo austriaco. No les quedan otra oportunidad, sobre todo a Verstappen, que en este inicio es el que peores sensaciones ha dejado, ya que en clasificación también cometió un error que le relegó a la decimoquinta posición.

Verstappen en el GP de Baréin | Foto: Getty Images Europe
Verstappen en el GP de Baréin | Foto: Getty Images Europe

Las críticas están acechando la casa de Red Bull. Hasta el momento marchan en la cuarta posición del Mundial de Constructores con los 20 puntos conseguidos en Australia, y son el segundo equipo motor Renault, ya que McLaren marcha por delante de ellos tras acabar Baréin con 22 puntos en total.

China es un examen casi final, aunque sea la tercera prueba del Campeonato, porque tal y como se han mostrado Ferrari y Mercedes, otro mal resultado les puede hacer quedarse demasiado lejos en tan solo dos pruebas. Deben conseguir llegar al podio, no les queda otro objetivo, y demostrar que pueden luchar con ambos equipos y que, como se decía en pretemporada, son el segundo mejor equipo.