Suerte dispar para Ferrari el pasado domingo en la carrera que tuvo en el circuito francés de Paul Ricard. Kimi Räikkönen, siempre discutido como segundo piloto de la escudería por los resultados discretos que ha cosechado hasta ahora, salvaba los muebles ante el error que cometió Sebastian Vettel en la salida al golpear a Valtteri Bottas, que provocó su prematura entrada a boxes y la remontada final hasta la quinta posición.

Pese a ser disponer del coche que mejor ha funcionado hasta la fecha, Ferrari no ha sabido dar con la tecla para aprovecharse de la superioridad en rendimiento con respecto a Red Bull y al titubeante inicio de Mercedes que, lejos de estar de su mejor versión, sigue líder en el Campeonato de Constructores y tiene a Lewis Hamilton líder del Mundial de Pilotos pese a no haberse adaptado del todo a su monoplaza.

Sebastian Vettel

Fuente: COATES/Getty Images Europe
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El tetracampeón fue protagonista durante el Gran Premio de Francia y no precisamente por su talento al volante ni por su capacidad de gestionar la carrera, cualidades que están fuera de toda duda en su caso. El alemán colisionó con Valtteri Bottas tras la salida en la que los nervios le superaron al intentar adelantar al finlandés pasado de velocidad.

Siendo el piloto con mas victorias en las ocho citas disputadas de las 17 del campeonato – igualado a tres con su rival directo por el título Lewis Hamilton – Seb no ha sabido transformar la superioridad de Ferrari en resultados. La remontada hasta la quinta posición el pasado domingo en Paul Ricard y la consiguiente victoria de Lewis le han arrebatado un liderato que necesita recuperar en Spielberg si no quiere ver cómo el británico tiene alfombra roja para seguir sumando victorias que le acerquen a su quinto título.

Con relación a la posterior remontada Vettel, aseguró que el viento tuvo gran parte de la culpa de su remontada: "Estaba fuera de posición, pero me sorprendió, para ser sincero. Creo que tuvo mucho que ver con el fuerte viento en contra que tuvimos. Desde el extremo este de la pista hasta el extremo oeste por la larga recta".

Kimi Räikkönen

Fuente: Mark Thompson/Getty Images Europe
Fuente: Mark Thompson/Getty Images Europe

Si Vettel fue la cara menos positiva de la carrera que tuvo lugar en el trazado de Paul Ricard, Kimi Räikkönen salvó los muebles de la escudería de Maranello con un meritorio tercer puesto, que contrasta con su rendimiento discreto en las últimas cuatro carreras y que ha provocado un sinfín de rumores sobre su futuro, del que muchos medios dicen que el monegasco Charles Leclerc - piloto revelación hasta lo que llevamos de campeonato – podría ocupar su puesto.

Lejos del ruido que se está generando sobre su futuro más inmediato, el finlandés tiene ante sí la necesidad de seguir haciendo lo que debe hacer todo piloto campeón del mundo en estos casos: hablar dentro de la pista y conseguir el mejor resultado para demostrar ante todos que debe preservar su puesto.

Sobre la falta de victorias, Kimi parece no estar preocupado por ello y confía en sus posibilidades: “No afecta la forma en que piloto. Ya he ganado en el pasado y no veo por qué no puedo volver a ganar. De acuerdo, no he ganado por un tiempo, pero cuando ganas, no eres un piloto diferente”.

Expectativas

Ferrari tiene ante sí la oportunidad de seguir sumando puntos y de continuar al mismo nivel que Mercedes y por delante de Red Bull. Los de Maranello no saben lo que es ganar en Spielberg desde el año 2003 cuando ganó Michael Schumacher.

Desde su vuelta al calendario en 2014, Mercedes ha monopolizado el cajón más alto del podio, con dos triunfos de Nico Rosberg en 2014 y 2015, uno de Hamilton en 2016 y otro de Bottas el año pasado.