El futuro de Andrea Iannone depende de un hilo. El piloto sigue luchando con la Federación Internacional de Motociclismo (FIM) con el objetivo de defender su inocencia tras volver a dar positivo en un control antidopaje. El contraanálisis ha confirmado los resultados de la primera prueba en la que Iannone dio positivo en esteroides anabolizantes. Por lo tanto, la suspensión temporal de la licencia del piloto por parte de la FIM sigue aún vigente.

El pasado 3 de noviembre, los pilotos se sometían a un análisis de orina durante el Gran Premio de Malasia. Fue en esta prueba donde se detecto el positivo en anabolizantes del piloto. Tras esto, la FIA impuso a Iannone una suspensión de manera provisional. Mientras tanto, el piloto, junto a sus abogados, solicitaron un nuevo análisis que se llevarían a cabo en Dresde, el mismo laboratorio que confirmó el primer positivo.

El pasado 7 de enero, el quipo de Aprilia viajó junto al piloto hasta Alemania para conocer los segundos resultados, encontrando de nuevo un positivo que pone en el límite el futuro del piloto en el mundo del motor. Así, el abogado personal del piloto ha explicado a La Gazzetta dello Sport que “el contraanálisis confirma la presencia de metabolitos que son equivalentes a 1150 nanogramos por mililitro, una cantidad muy pequeña”.

Así, La Gazzeta presentaba un comunicado en el que decía: “Debido a que el piloto permaneció en Asia durante más de un mes y el control se realizó inmediatamente después de la carrera y, por lo tanto, se tomó una muestra de orina muy concentrada por motivos de deshidratación, sospechamos que se puede tratar de una dieta contaminada. Además, los esteroides se suelen tomar en grandes ciclos y no una sola vez”.

Tras conocer que Bradley Smith podría ser el sustituto del italiano, el propio Iannone sigue defendiendo su inocencia ante los medios y confesó ante La Gazzeta que de ser finalmente sancionado y quedarse sin asiento en MotoGP, no tiene ningún “plan B”. “La moto es mi vida, no soy un tonto que se la juega así. Solo quiero volver a mi Aprilia lo antes posible y dejar atrás este momento”, declaró. Y añadió: “Me he sentido como dentro de una película y que no era su protagonista involuntario. Me enteré a través de un periodista el 17 de diciembre de lo que se me está acusando y para mí esta siendo un trauma. Para un deportista que hace tantos sacrificios, es muy duro todo esto”.

El piloto también quiso agradecer a su equipo, que le ha respaldado en todo momento: “Todo esto lo he compartido con Aprilia, han estado a mi lado en todo momento. Mi equipo ha estado siempre cerca de mí como una familia y nunca me lo habría esperado de esta manera, para mi esto es como una victoria”.

Por el momento, el equipo de Aprilia no ha comunicado si el piloto estará o no en el primer test que se celebrará en Sepang del 7 al 9 de febrero. Debido a que los entrenos son organizados por la Asociación de equipos y no por la FIM no debería de tener problemas en poder asistir. Ahora, la Comisión Disciplinar Internacional tiene un plazo de 45 días para decidir si mantener la sanción, en este caso, el piloto únicamente podría recurrir al Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS).