Aleix Espargaró tuvo muy cerca el podio en el Gran Premio de Austria. Rodaba en segunda posición tras tomar la decisión de no cambiar los neumáticos a pesar de la presencia de lluvia. Sin embargo, el empeoramiento de la pista condicionó que perdiera el ritmo bajando hasta la décima posición.

Podría haber sido una gran oportunidad para conseguir su primera victoria o su primer podio con Aprilia: “Estoy muy frustrado e infeliz, pero esta es la magia del deporte, sabes lo rápido que pueden cambiar las cosas. Esto es lo que amamos del deporte y hago todo lo posible”. A falta de tres vueltas para el final de la carrera varios pilotos que rodaban en cabeza como Marc Márquez, Pecco Bagnaia y Jorge Martín decidieron cambiar de moto, pero otros como Brad Binder y Aleix Espargaró decidieron seguir con los neumáticos lisos.

“Fui muy competitivo en la carrera ya que cuando vi algunas caídas me dije: hoy tienes que competir, tienes que ir a por ello. Estaba ahí, manteniéndome en la pista, pero en la última vuelta fue muy difícil controlar la moto. Estaba súper resbaladiza y un error en la primera curva me desvió, así que perdí 67 segundos, suficiente para perder la oportunidad del podio”, ha declarado el de Granollers.

Aunque al principio bajó hasta la duodécima posición, consiguió colocarse séptimo, una buena carrera en seco que finalmente se truncó con el agravamiento del asfalto en el Red Bull Ring, terminando décimo en la tabla. “Cuando compites contigo puede obtener un muy buen resultado o puede que no. Para mí hoy no fue el día, así que lo intentaré de nuevo en Silverstone”, afirma Espargaró.

Muy diferente fue lo que le pasó a Brad Binder tras decidir no entrar en el box. El piloto de KTM consiguió la victoria en una carrera muy complicada. Aleix Espargaró se ha alegrado por su logro y no ha dudado de su capacidad: “Es increíble, Brad es muy técnico y la forma con la que juega en la moto, con muchos ángulos de inclinación y la iluminación en seco le permite tener mucho control en condiciones difíciles como las de hoy. Estoy muy feliz de que haya ganado porque fue muy valiente. La última vuelta fue una pesadilla, fue muy difícil así que chapó por él”.

Tras este resultado, Aleix ya está pensando en el Gran Premio de Gran Bretaña: “Silverstone es una pista enorme, puedes disfrutar de la potencia y hay curvas largas. La extrañamos en los últimos dos años ya que la última vez allí fui muy competitivo. Creo que es un buen lugar para Aprilia, así que volveré más fuerte en dos semanas e intentaré luchar por el podio nuevamente”.