Se acabó la espera. El campeonato de Superbikes regresó. Y lo hizo por todo lo alto. Phillip Island siempre es sinónimo de grandes carreras. En la retina aun se vislumbraba la última de MotoGP en el trazado australiano del mes de octubre. Una carrera colosal, de las mejores de todos los tiempos. A esa lista habrá que añadir la encargada de abrir el telón del mundial de las motos derivadas de serie.

Se apagó el semáforo en Phillip Island y desde el inició se vivió una prueba emocionante. Rea partió desde el tercer lugar y llegó el primero al primer viraje. Detrás de él su compañero, Tom Sykes, las Ducati, las Honda y las Yamaha. Todos con un único objetivo en el horizonte. Acabar con la tiranía de Jonathan Rea. El británico lucía el 1 en el carenado después de arrasar el curso pasado. 

Sykes se hunde

El primero en poner a prueba al campeón fue Sykes. El 66 fue el máximo derrotado de la temporada anterior. No pudo hacer sombra a Rea con la misma moto que él. Sykes tomó el mando de la prueba y tiró durante unos giros. Pero se vio superado de nuevo por su compañero. Se despistó y también lo aprovecharon las Ducati y Michael van der Mark. El campeón de 2013 se vino abajo y ya no fue rival para la victoria.

Con Sykes en medio del grupo de ocho, la guerra estaba entre las Panigale de Davies y Giugliano y la Honda de van der Mark. Estos tres pilotos se pasaron y repasaron en cada frenada del corto y ratonero trazado australiano. Mientras deleitaban al público con maniobras al límite, Rea lideraba sin mostrar una sola fisura. Vueltas sensacionales para liderar. Rozando la perfección. Sin embargo, era incapaz de abrir unos metros con el resto de rivales.

Rea, 'X Fuera'

Así se llegó al último giro. Rea en cabeza con Davies, van der Mark y Giugliano tras su estela. El campeón no abrió la puerta ni una sola vez. Hasta el penúltimo viraje, un ángulo a derechas en bajada. Una curva donde se deciden las carreras. Davies soltó los frenos de la Ducati y rebasó a Rea. Ya saboreaba la victoria, pero Rea demostró una vez más por qué es el campeón. El de Kawasaki no se inmutó al ver pasar la moto roja delante de él. Frenó antes, traccionó mejor y salió con mayor velocidad de la curva. Firmó un adelantamiento por el exterior sublime y se hizo con la victoria.

Davies mostró ser un duro hueso; van der Mark, un joven con un enorme talento que puede dar mucha guerra; y Giugliano un auténtico guerrero que jamás se da por vencido. Los tres hicieron una enorme carrera, pero tuvieron que venerar nuevamente al rey de Superbikes. Jonathan Rea no permitió que se sublevaran y sofocó cualquier tipo de revolución por parte de los aspirantes a quitarle la corona.

Jordi Torres, en el top 10

Los españoles no pudieron pelear por las posiciones de privilegio, aunque dejaron su sello en la carrera inaugural. Jordi Torres arrancó mal, pero fue remontando con el paso de los giros. El de Rubí fue capaz de finalizar octavo tras mantener una bonita lucha con Leon Camier, séptimo. Primeros puntos para el catalán a lomos de la BMW. Por su parte, Román Ramos se quedó a las puertas del top 10 al cruzar la línea de meta en undécima plaza. Peor suerte corrió Xavi Forès, que se vio obligado a abandonar.