Los New England Patriots parecían destinados a ser partícipes de otra de las muchas sorpresas que ha dado la Week 3 de la NFL. Con apenas 2 minutos para que finalizara el partido y con un marcador favorable para los Texans de 33-28, una vez más, Tom Brady dejó claro porque no hay que perder la esperanza mientras él sea el quarterback de los Patriots.
El partido ante los Texans en Foxborough, fue uno totalmente distinto del que se esperaba, sin embargo y gracias a la 50ª remontada de Brady el resultado fue el mismo: victoria para los de New England.
Sin duda fue uno de los más emocionantes de toda la temporada. Los Texans se mantuvieron al nivel de los Patriots durante casi todo el partido pero el cuarto gol de campo de Ka'imi Fairbarn dejó a Brady con 2:24 para anotar un touchdown y una conversión de dos puntos para finalizar con un 33-28.
El ataque contra la defensa
El encuentro planteaba un enfrentamiento muy atractivo: una de las mejores defensas de la NFL, los Texans lideradas por J.J.Watt, contra uno de los mejores ataques, los Patriots de Tom Brady. Y así fue.
Con una presencia constante para Brady, quien recibió un total de cinco sacks, los Patriots fueron los primeros en subir 7 puntos al marcador gracias a un pase de cinco yardas a Gronkowski. Sin embargo, el ataque de los de Houston, con su rookie quarterbarck DeShaun Watson, ayudados por una defensa de los patriots poco constante, los Texans mantuvieron el ritmo del partido en todo momento. Gracias a un gol de campo y más tarde un pase de 29 yardas al receptor abierto Bruce Ellington, el equipo visitante lideraba 10-7 en el primer cuarto del partido.
El ataque coordinado por Josh McDaniels, y ejecutado a la perfección por Brady y los suyos mostraron por qué hay que considerarlos uno de los mejores ataques de la NFL. Con una amplia variedad de amenazas a su disposición, con Danny Amendola, Gronkowski y Hogan sanos, los de New England avanzaban por el campo con facilidad, superando tácticamente a la defensa tejana. Así, Brady pudo conectar por 7 yardas con un Hogan prácticamente solo quien conseguiría el touchdown (10-14).
Lejos de quedarse atrás, los de Houston, aunque algo mas lentos y menos efectivos, seguían siendo capaces de replicar al ataque de los Patriots. Con un DeShaun Watson mucho más productivo que distaba con aquél de la Week 2 ante los Texans, recortarían la diferencia gracias a otro gol de campo de su kicker, Fairbairn (13-14).
Un susto antes del descanso
Si bien, el partido se mostraba bastante reñido en el marcador, con tan solo un punto de diferencia, en el campo la diferencia era mucho más mayor, lo que daba cierto respiro a los aficionados y seguidores del Gillette Stadium y Patriots en general. Sin embargo, y cerca de finalizar la primera parte del partido, las constantes persecuciones a Brady por parte de J.J.Watt y compañía, Jadeveon Clowney consiguió recuperar un fumble cerca del minuto seis, y llevar el balón a la zona de anotación (20-14).
Con el marcador en contra y el partido a punto de ir al descanso, era turno de los Patriots de replicar esta vez a los Texans. Cosa que lograrían sin problemas, ya que una vez más un Hogan solo conseguiría un touchdown de 47 yardas (20-21). Por lo tanto y con el marcador a favor, el partido parecía estar más que dominado. Gracias al ataque y a las jugadas orquestadas por Bill Belichick que demostró durante todo el partido la importancia de estudiar al rival ya que por momentos la defensa de los Texans parecía estar perdida en el campo, incapaz de cubrir a los receptores.
Réplica tras réplica
Ya en la segunda parte el partido parecía tener otro ritmo. El ataque ya no era tan revolucionado como en el primer y segundo cuarto. En gran parte se debía a la gran defensa de los Texans, que tras haberse puesta en evidencia en alguna ocasión con los dos touchdowns de Hogan, buscaban apretar más a Brady.
Pero no funcionó. Tras algunas posesiones fallidas, el ataque de los de New England mostró la misma dinámica que ante los Saints en la semana pasada. Y fue precisamente un ex-Saint, Brandin Cooks, quien anotaría el próximo touchdown de 42 yardas (20-28). Demostrando lo valioso que es esta adquisición para el ataque de Josh McDaniels, dándole una mayor profundidad y verticalidad a este ataque. Y sobre todo rapidez, ya que gracias a la velocidad del receptor el cornerback Jonathan Banks fue incapaz de tan siquiera tocarlo.
Pero la mecánica del partido seguía siendo el mismo que el del primer tiempo, ya que no pasó mucho tiempo hasta que DeShaun Watson consiguiera responder con un touchdown de 12 yardas al receptor cerrado Ryan Griffin (27-28). La rapidez con la que el ataque de los Texans conseguían responder preocupaba más por las carencias de la defensa patriota que por el resultado, por un punto a falta del 4º cuarto.
Calma, tenemos a Brady
Ya en el último cuarto, los Texans conseguirían sumar tres puntos al marcador, 30-28. No obstante, la preocupación pudo haber llegado cuando por cuarta vez, Fairbairn anotó el gol de campo por 36 yardas, lo que sumaba otros tres puntos al marcador, (dando la victoria [temporal] a los Texans (33-28)). Por lo que la única opción era conseguir un touchdown para ganar el partido.
Es verdad que no era un escenario favorable para los fans de los Patriots. Pero contaban con Tom Brady y Brady contaba con 2:24 en el reloj. Ya lo había hecho 49 veces, la última, en la Super Bowl LI.
Así fue el drive de la remontada:
Un equipo de récord
El partido ya se situaba bastante cuesta arriba para los Texans si nos ceñíamos a las estadísticas: ningún quarterback rookie ha sido capaz de ganar a Belichick (0-8). Por lo que, con Watson como novato y tras no conseguir sentenciar el partido, el récord de Belichick sigue en aumento siendo nueve los partidos ganados.
Pero este no ha sido el único récord conseguido en el partido. A parte de los 50 remontadas conseguidas por parte de Tom Brady-record histórico de la NFL- hemos podido ver como se cumplían otros récords, menos impresionantes pero igual de asombrosos: