Como todo fanático de la NFL sabe, el juego ofensivo por tierra esta en peligro de extinción. Desde la década de los 90 en adelante, la liga ha sufrido un cambio rotundo en la manera en que se mueven las cadenas: se dejó de lado a los corredores para dar paso a los grandes QBs con increíbles receptores. Pero aún hoy, incluso después de todo el cambio en las ofensivas, varios corredores se han abierto paso en la liga de distintas maneras, no solo hablando de su carrera sino también de su manera de correr con el ovoide. 

Powerbacks

Los corredores de poder son, tal vez, el estilo más old school dentro de los running backs. Utilizando su potencia física, estos jugadores acarrean generalmente entre los linieros ofensivos, encarando y llevándose por delante todo defensor que tenga en el medio. Si bien este estilo da muchas jugadas de corto yardaje, tener uno de estos corredores puede arrastrar y cansar a una defensiva contraria.

Los powerbacks han prevalecido en el tiempo y han tenido representantes de primer nivel a lo largo de la historia. Walter Payton y Jerome Bettis, dos jugadores que ya tienen su busto en el Hall of Fame, son dos claros ejemplos de cómo un corredor puede meterse entre la línea ofensiva y estar dispuesto a recibir golpes sin ser bajado, a menos que tengas varios defensores a su alrededor.  Y más allá de su manera de correr, ambos están en el puesto 2 y 6, respectivamente, de los corredores con más yardas por tierra en la historia de la NFL.

En la actualidad, hay varios corredores de poder en la liga. Y, rememorando a la historia, son muy efectivos. Legarrette Blount sigue demostrando, ahora con Philadelphia, como se pueden ganar yardas fácilmente. Marshawn Lynch y Adrian Peterson, otros que cambiaron de equipo, son dos históricos que siguen demostrando el poderío de los powerbacks en la liga.

Los esquivos

En contra partida con los powerbacks, hay RBs que evitan el golpe. Este tipo de corredores son los elusivos, aquellos que hacen trayectorias verticales con tal de evitar el tacle con algún jugador de mayor contextura física, pero a la vez avanzar la mayor cantidad de yardas posibles.

Dicen los que saben que Barry Sanders, quien está tercero en la tabla de los líderes por tierra en cuanto a yardas, es el corredor más elusivo y vertical que tuvo la liga en toda la historia. Corredores como Sanders dan una explosión extra a los ataques y pueden ser muy peligrosos con espacios.

Si miramos los corredores que hay hoy en la NFL, hay dos ejemplos muy claros de este tipo de backs. Uno es el histórico Darren Sproles, quien no solo es peligroso a la hora de encontrar espacios, sino también devolviendo patadas. El otro es el novato sensación del año 2016, Ezekiel Elliot, que explota los espacios como lo hacía en su momento otro gran corredor que vistió el uniforme de los Cowboys: Emmith Smith.

Velocistas

La velocidad es un factor clave en cualquier atleta que quiere llegar a la NFL. Un corredor con velocidad es lo más peligroso que le puede pasar a una defensiva que deja espacios, porque este aprovechará el hueco con explosividad y ganará fácilmente yardas.

Jim Brown, para los que nos cuentan de la vieja NFL, solía arrollar jugadores con su velocidad. Lo que el ex Browns tenía, a diferencia de la mayoría de los velocistas que hay hoy en la liga, era un tamaño de cuerpo envidiable. A estos corredores se les suele acabar la carrera temprano, ya que con los años van perdiendo la velocidad y su valor.

Si miramos la liga, corredores como LeSean McCoy o Kareem Hunt son los que se destacan. Shady viene dominando a las defensas hace ya varios años, y Hunt ha sido la revolución de la temporada, siendo el líder corredor de la liga y marcando records que un novato no marcaba hace años.