Los Pittsburgh Steelers son uno de los mejores equipos, no solo de la AFC sino de toda la NFL. Lo dice su récord, 11-2, pero también lo dice su plantilla. Sin embargo, sus actuaciones tiene dos lecturas: o son un equipo muy bueno, o muy irregular.

Victorias in extremis

Los Steelers llevan tres victorias ganando por los pelos en los últimos minutos de partido. Ante los Green Bay Packers, sin Aaron Rodgers, Roethlisberger y compañía abusaron de confianza y casi acabaron por perder el partido, sino fuera por el gol final (31-28); los Cincinnati Bengals, uno de los equipos más decepcionantes de la temporada, abusaron del juego físico y casi acabaron por llevarse la victoria. Una vez más, Boswell fue el encargado de anotar los tres puntos para acabar (20-23) y por último, el partido ante los Baltimore Ravens (39-38). Uno de los peores ataques de la liga (31º de la NFL en yardas ofensivas) fueron capaces de anotar 38 puntos a los Steelers. Pero, aún así, en cada una de los partidos fueron capaces de ganar.

Esa es la segunda lectura de este equipo. Son muy buenos y son capaces de ganar con todo en contra. 

Equipo de élite

Por separado, si analizamos su plantilla, los Steelers poseen el mejor receptor abierto (Julio Jones aún no ha demostrado todo lo que vale) y el mejor runningback de la NFL (Ezekiel Elliot, si no juega, no cuenta). Además, no hay que olvidar que en la posición de quarterback, con Ben Roethlisberger, tienen un top diez, incluso cinco de la liga.

En conjunto, los "Bs" de Pittsburgh -Martavis Bryant incluido- son un equipo con muy buena química y unido, lastima que hayamos tenido que verlo también fuera del campo tras la lesión de Ryan Shazier, que cuando se centra es capaz de plantarle cara a cualquier equipo de la liga. Por lo que parece obvio que los Patriots y Belichick deban estar preocupados. ¿No?

La clave de Belichick

Para entender por qué el partido ante los Patriots será  totalmente distinto para los Steelers es necesario tener en cuenta dos cosas:

  1. Ningún equipo se prepara como el de Bill Belichick.
  2. Ningún equipo ES como New England salvo New England Patriots.

Puede que la forma de ganar "in extremis" de los Steelers sea algo que, como mucho, llame la atención. No obstante, su partido ante los Ravens ha mostrado (muchas) de sus debilidades.

Sin Antonio Brown, la ofensiva no es nada. Su actuación ante los de Baltimore Ravens fue espectacular, de las 18 veces que Big Ben le buscó, AB tuvo once recepciones y 213 yardas. Contando con la recepción a falta de 1:06 en tercera y quinto para acabar posicionando el gol de la victoria. 

Es decir, en el momento más decisivo, los Pittsburgh Steelers acuden a Brown. Parece algo obvio, pero por alguna explicación que se escapa, la defensa de los Ravens optaron por un marcaje de hombre a hombre. Existe una máxima en este deporte que dice así: si un equipo te gana, que no sea con su mejor jugador. (De ahí la genialidad de Belichick, ya que suelen ser piezas auxiliares, Malcolm Mitchell en la final de conferencia o James White en la Super Bowl).

No es que Le'veon Bell no sea muy bueno, pero no tiene las capacidades de su compañero, y no es igual de determinante. La temporada pasada, en la final de conferencia de la AFC, Bell acabó lesionándose pero tampoco es que con él en el campo la ofensiva de Pittsburgh cambiase mucho. Parece que esta temporada, su salud física y mental está mucho mejor. Sin embargo, el runningback Nº1 de la liga, que lidera la NFL en yardas en carrera promedia 3.9 yardas por intento, lo que le convertiría en el primer líder en esta categoría con un número tan bajo de promedio desde 1950.

Neutralizar a Antonio Brown

Volviendo a Antonio Brown.

Belichick no va a permitir que Antonio tenga otro partido de +200 yardas, simplemente, eso no va a pasar. Con un marcaje doble, dos cornerbacks respirando tras la nuca del receptor (probablemente uno de ellos sea Malcolm Butler), y de vez en cuando un Cover 2 (Marcaje al hombre ante la mirada atenta del Free Safety) las posibilidades de que Antonio Brown produzca un impacto favorable para Pittsburgh van a ser muy reducidas.

Puede que sobre el papel, parezca fácil pero, ¿y sobre el campo? Pues sobre el campo más. La defensa de los Patriots es irreconocible, no parece ser élite, sin embargo, la mayoría de los jugadores de Nueva Inglaterra ya se han enfrentado a los Steelers y saben defender a Antonio Brown. Volviendo al campeonato de la AFC 2016, AB acabó con tan solo 7 recepciones y 77 yardas, con recepciones discretas y  casi sin sentido.

Cero intercepciones

Por último, y tal como se pudo ver en el partido ante los Ravens, la conexión entre Ben Roethlisberger es casi imposible de parar, tal esa relación que Big Ben a menudo fuerza los pases hacia el independientemente de quien le cubra y cuantos. No es que fuerce tanto el pase como Matt Ryan con Julio Jones pero, puede ser algo perjudicial si se transforma en intercepción. Algo que sin duda, Bill Belichick recordará a su defensa antes del partido.

Si Pittsburgh pretende tener alguna posibilidad ante los Patriots, no deben regalar el balón para no ceder otro drive a Tom Brady. Eso si juegan igual que hicieron ante Baltimore, defensivamente, ya que es difícil de creer que pudieran jugar mejor en ataque: Roethlisberger con más de 500 yardas, un total de 44 pases conectados (2º en la historia de la NFL, detrás de Drew Bledsoe)  Antonio con más de 200 yardas y un total de 85 jugadas (26 más que los Ravens), todo para ganar tan sólo por un punto de diferencia, lo que deja en entredicho que la defensa de los Steelers debe ser casi perfecta (sin Ryan Shazier y Joe Haden no será fácil).

Patriots @ Steelers

El 17 de diciembre, partido correspondiente de la semana 15 promete ser un partido emocionante, tanto por su significado, quien es el mejor equipo de la AFC; historia, habituales en el AFC Championship, y sobre todo, determina el factor campo en playoff.

Los Pittsburgh Steelers tienen el momentum y la plantilla para poder hacerse con una victoria en este partido.  Pero habrá que esperar hasta que empiece el partido para ver qué versión de los "Black and Yellow" veremos. Una estadística vista ante los de Baltimore, que resume su ofensiva a la perfección es: 

Los Steelers obtuvieron un total de 18 terceros downs, demasiados para un equipo con tanta calidad pero incapaz de avanzar con ritmo por el campo. No obstante, de esos 18, consiguieron un primer down en 12 ocasiones, demasiados como para no anotar ante cualquier defensa.

Por su parte, los New England Patriots tienen a Tom Brady a Bill Belichick, y Belichick tiene una clave que le ayudaría a ganar a los Pittsburgh Steelers: detener a Antonio Brown.