No está siendo una buena temporada para los Islanders. No es nada que no se sepa. El deporte tiene estas cosas, lo bueno es que en el americano no desciendes. Que no se descienda no implica fracaso, como muchos califican la actual situación de los neoyorquinos. Y no es para menos si nos retrotraemos y casi todos los analistas los colocaban peleando por la división. Las cosas no funcionan como uno quiere, ni como uno las planea. Los Islanders han visto como la situación les sobrepasaba. Y ya saben a perro flaco todo son pulgas. Los problemas se empiezan a acumular y no puedes atenderlos a la vez y recurres a los parches una solución que, quitando los de nicotina, no suele funcionar.

Halak no es de los nuestros

Goodfellas de Martin Scorsese tiene su giro argumental en un Judas. "Ya no es de los nuestros" exclama Robert de Niro mientras se aleja. En Los Simpsons está escena se parodia con una rata como el Judas. Halak no es un Judas, pero la directiva lo ve como si lo fuese. O tal vez sea exagerado. Lo cierto es que no es su mejor año. Ha acumulado errores, tal vez demasiados "goles blandos" para lo que se espera de él.

De ahí a que se le degrade a la AHL porque "se necesitan ganar partidos" es personalizar en él los errores de un colectivo. Es infantil. Halak volverá "porque es un héroe, pero no el que necesitamos. Así que le perseguiremos, porque el puede resistirlo. Porque no es un héroe es un guardián silencioso, un protector vigilante... un caballero oscuro". Como en el final de El Caballero Oscuro parece que Halak eleva el sacrificio a la máxima expresión para después volver. De momento con Berube no les va mal.

Brooklyn no es lo que nos prometieron

Era la tierra prometida. Brooklyn iba a suponer un avance significativo para la franquicia y de momento no son más que problemas. El hielo, el aforo, el acogimiento. Nada ha salido como se esperaba. Y soluciones 0, solo parches y no parecen tapar lo que deben. Casi sin soluciones parece que de momento los Islanders tendrán que irse de Nueva York para volver a tener un buen hielo. Y ya está al acecho Seattle por si acaso. No parece que los Islanders quieran estar 40 años en el desierto.

Tavares no es marinero

El capitán es el último en abandonar el barco. Tavares no quiere, o eso es lo que nos dicen. Quiere ganar y no parece que la plantilla sea para eso. Es uno de los mejores jugadores de la NHL y no quiere verse lastrado por un proyecto que no cumple sus objetivos. No está siendo su año, aunque estas últimas semanas ha ido recuperando el nivel. Muchas cartas y cada vez menos manos.

No todo es malo, pues los puestos de wild card están muy "baratas" y pueden clasificarse todavía. Pero todo no es más que un parche que no puede tapar todos los agujeros. Por suerte todas las malas rachas se acaban, tarde o temprano.