Si hay algo que define a esta encorajinada jugadora, es su pasión por el tenis, que la mueve a seguir recorriendo el mundo a sus 35 años, en busca de regresar al top-100. La tenacidad de Lourdes es admirable, y a pesar de no haber comenzado el 2016 de una manera positiva, sigue luchando contra sí misma y sus rivales por ganar partidos que la permitan acercarse a su objetivo.

Jugar Roland Garros sin necesidad de ir a la fase previa, es la meta fundamental de la española, y es por ello por lo que los resultados de las próximas semanas se antojan vitales para ella. Haber ganado con contundencia a una jugadora con un ránking tan similar al suyo (Voegele es 115 y la española 114), supone un influjo de moral para Lourdes.

Intensidad y paciencia como recetas para el éxito

No ha logrado encadenar aún dos victorias seguidas en lo que va de año, por lo que su confianza anda algo mermada. Sin embargo, la pontevedresa sabe que de nada sirve lamentarse, sino continuar trabajando con humildad y paciencia, hasta que los resultados lleguen. Lejos de su hábitat natural, la tierra batida, Lourdes está sabiendo sufrir, y recogió sus frutos en Cayo Vizcaíno.

Comenzó el partido a un ritmo fulgurante, ante una Voegele que se vio sorprendida. La suiza no pudo reaccionar ante el empuje inicial de la española, que pronto abrió brecha en el marcador amparada en un gran resto. Rompió hasta en tres ocasiones el saque de la helvética, y cerró por la vía rápida la primera manga.

Domínguez-Lino habrá de reducir las dobles faltas para siguientes citas, al cometer cuatro ante Voegele

El segundo parcial fue mucho más igualado; Voegele se aferró al encuentro en los compases iniciales, y logró equilibrar la balanza. Se desató un duelo de tú a tú, que las dobles faltas de Lourdes estuvieron a punto de echar por tierra. Sin embargo, cuando el set parecía abocado al tiebreak, la española dio el zarpazo definitivo al partido, y certificó su pase a la segunda ronda de la fase previa.

Allí, espera la joven estadounidense Sachia Vickery, que dio la campanada al ganar a la primera cabeza de serie del evento: la letona Jelena Ostapenko. Vickery ha recibido una wildcard de la organización, y está con mucha moral. Sin embargo, Lourdes tendrá serias opciones si logra hacer gala de la experiencia que atesora, y mantiene el nivel de juego mostrado ante Voegele.