Taylor Fritz llegaba al cuadro final de Miami después de dejar buenas sensaciones en la fase de clasificación. Después del patinazo en su tierra, en el torneo de Indian Wells, el californiano intentaría hacer borrón y cuenta nueva a costa de Simone Bolelli. El tenista italiano está teniendo un año catastrófico y solo suma una victoria en el 2016, su victima fue el estadounidense Baker en el Open de Australia. El italiano iba a intentar resurgir de sus cenizas en Florido, pero al otro lado de la red tendría a un correoso tenista que quería dejar claras las intenciones de la “next generation”.

Bolelli comenzó el partido con serias dudas. El Sol propio de Florida castigaba la pista dura de Miami. Taylor Fritz comenzó más intenso y, aunque se le escaparon dos bolas de rotura, a la tercera hizo break en el primer juego del partido. Simone Bolelli se hundió y desde el fondo de la pista intentaba contrarrestar el agresivo juego de su oponente. Fritz estaba intratable en la pista, sus servicios eran muy potentes y Bolelli no atinaba a meter la bola en la pista. Esto sumado a los pobres segundos saques de Bolelli hizo que Fritz no tuviese problemas para presionar al italiano y cerrar el primer set sin dificultad.

El californiano estaba muy metido en el encuentro. El repertorio de golpes era amplio y sus servicios resultaban cruciales. Bolelli estaba desesperado en la pista ante el agresivo juego del estadounidense. La segunda manga la comenzó mejor el italiano. Consciente de que no podía perder el partido, mejoró los servicios y aprovechó el bajón del novel estadounidense desde el servicio. Fritz, que parecía que estaba guardando fuerzas para el sprint final, sacó todo su potencial en el ecuador del segundo parcial y, aprovechando el bajón en físico y juego del italiano, hizo dos roturas que le encarrilaron el partido.

Taylor Fritz demostró madurez en el primer set y sangre fría en el segundo. El amplio repertorio de golpes nos dejó ver que es un tenista con gran potencial. Lo demuestra partido a partido y en esta ocasión se aprovechó de la delicada situación de su rival para acrecentar su progresión. El californiano ya tiene la cabeza en su partido de segunda ronda donde intercambiará golpes con David Ferrer, dos jugadores correosos que jugarán un partido muy físico.