Los tres saques directos que llegó a realizar el croata no fueron suficiente para frenar al tenista argentino, que venía de la fase previa, lo que claramente le benefició a la hora de encarar el partido. Muchas veces se suele pensar que un cabeza de serie sale beneficiado del sorteo si le toca contra un jugador de la fase previa, pero casi siempre este pensamiento es equivocado ya que los jugadores de la qualy poseen un rodaje que suele ser difícil de alcanzar con entrenamientos. 

49 errores no forzados suenan demasiados para un jugador de la talla de Cilic, ganador del US Open en 2014, frente a los también muchos 33 de su rival. Por otro lado, la vítola de jugador agresivo que el número 10 posee, le llevó a conseguir un total de 41 winners una cifra muy importante en un partido de tierra batida, por solo 35 de su rival. Sin embargo, en el cómputo general de errores no forzados y golpes ganadores, la estadística beneficia por poco al ganador de este partido. 

Partido de vaivenes 

Resulta cuanto menos curioso cómo Cilic llegó a romper un total de cinco veces el servicio de su rival para ganar solamente un set (3-6). Además, Trungelliti solamente logró una rotura más hasta un total de seis, por lo que las oportunidades falladas por el europeo (solamente 5/12 en bolas de rotura) marcaron la diferencia. 

Otro aspecto que resultó fundamental fue la poca efectividad del jugador balcánico con el segundo servicio, con el que solamente ganó 22 de los 48 puntos disputados, menos de la mitad. Algo mayor fue el porcentaje del argentino, que ganó 25 de 47.  Queda claro que al cabeza de serie no le benefició haber jugado la semana anterior en Ginebra, dónde alcanzó la final. Los 122 puntos que ganó (los mismos que su rival) no le sirvieron de nada.