Es uno de los jóvenes valores que está dando el tenis en los últimos tiempos. Solo tiene 18 años, pero en un futuro no muy lejano es posible que se le vea plantando cara a los grandes. Se trata de Casper Ruud, profesional desde 2015 y que este año es cuando se está haciendo un hueco en el panorama tenístico.

Ya el año pasado empezó a dejar su sello en torneos Challenger  (ganó uno en Sevilla en septiembre) y sobre todo en torneos ITF, adjudicándose uno en la localidad mallorquina de Paguera y otro en Finlandia, y llegando a la final en otros cuatro disputados en EEUU, Italia, Bélgica y Oslo, capital noruega y ciudad natal de Ruud.

En este 2017 está empezando a asomarse a los cuadros finales de los torneos ATP, obteniendo como mejores resultados las semifinales del Challenger de Budapest (Hungría), donde fue barrido por el jugador local Marton Fucsovics (6-0 y 6-0) y del ATP 500 de Rio de Janeiro, donde cayó derrotado ante el español Pablo Carreño (2-6, 7-5 y 6-0) pero a punto estuvo de llevarse la victoria en el segundo set y ser finalista de dicho torneo brasileño, desaprovechando un match ball a favor

También ha tenido ocasión, la semana pasada, de representar a su país en la Copa Davis. Noruega se enfrentó a Dinamarca y Ruud ganó uno de los dos partidos que disputó: contra Frederik Nielsen (6-4, 6-2 y 6-3).

Todo ello ha llevado a la organización del Masters 1000 de Montecarlo a obsequiarle con una wildcard para disputar directamente el cuadro principal del torneo que se juega sobre tierra batida, superficie que ha demostrado que no se le da mal durante la gira sudamericana. Un tenista procedente de la fase previa será su primer oponente.

En los próximos días se sabrá cómo se desenvuelve este joven noruego en un torneo de la categoría y prestigio de un Masters 1000.