Llega una parte importante e ilusionante de la temporada para Garbiñe Muguruza: los torneos sobre hierba, una superficie que no le disgusta tanto desde que en 2015 fuera finalista en Wimbledon.
La hispano-venezolana, antes de intentar resarcirse del mal papel que hizo en el Grand Slam londinense el año pasado (derrota en segunda ronda ante Jana Cepelova), jugará los torneos de Birmingham (19-25 junio) y Eastbourne (26 junio-dos de julio) para acumular partidos antes de presentarse en el All England Lawn Tennis and Croquet Club.
Sobre la superficie verde, Garbiñe afirmó que “la hierba es una superficie difícil, pero me hace ilusión porque en 2015 jugué la final de Wimbledon. Desde entonces me hace mucha ilusión jugar, ya que antes era una superficie un poco desconocida para mí”.
En la ceremonia de entrega de premios tras perder aquel partido por el título contra Serena Williams, esta le dijo que algún día ganaría Wimbledon, y a partir del tres de julio, fecha de inicio del torneo, se le presentará una nueva oportunidad para intentarlo.
La temporada pasada optó por jugar en Mallorca, que se disputa en la misma semana que Birmingham, pero al perder a las primeras de cambio y no defender puntos, esta temporada decidió jugar los dos torneos ingleses y permanecer las próximas semanas en Inglaterra, hasta que acabe su participación en Wimbledon.
La decimoquinta jugadora mundial necesita sumar puntos en esta segunda parte del curso, empezando por esta gira sobre pasto, para volver al top ten, el cual abandonó tras perder en octavos de final en Roland Garros contra Kristina Mladenovic y no poder defender el título.
En la primera ronda de Birmingham, la caraqueña se las verá con una jugadora procedente de la previa, y si gana podría tener como siguiente rival a Johanna Konta, campeona este año del WTA Premier Mandatory de Miami, siempre y cuando esta venza a la croata Donna Vekic.