La primera de las dos jornadas con los octavos de final en juego traía consigo uno de los momentos más esperados de la semana. Exento de participar en primera ronda, y con la condición de tercer cabeza de serie debajo del brazo, Nick Kyrgios debutaba de manera oficial en 2018, y lo hacía en su Australia natal, en el afamado ATP 250 de Brisbane. Tras una primera ronda que trajo sorpresas, y la pronta eliminación de dos cabezas de lista, Kyrgios no estaba dispuesto a prolongar esa tendencia, y saltaría a la pista con la mejor mentalidad.

Sin embargo, su debut no era un mero partido de octavos de final. Al otro lado de la red, Matthew Ebden esperaba después de su gran victoria ante Frances Tiafoe, 6-3 y 6-2, dos días atrás. Con un par de días de descanso, y después de acumular simplemente 61 minutos en pista, el número 76 del ranking, ya inmerso en la treintena, mostraría su versión más aguerrida, llevando a Kyrgios al extremo.

Un certero "tie-break" decide el primer set

Este duelo fratricida sin ediciones previas se ponía en marcha de la forma esperada. Kyrgios, jugador dinámico y extrovertido, no tardó en buscar el primer quiebre del partido, yendo con todo en el juego inicial y disponiendo, transcurridos cinco minutos, de las dos primeras bolas de break. Sin embargo, un acertado Ebden lograría revertir la situación y apuntarse su primer tanto. Este primer parcial, más allá de este incidente en su comienzo, no volvió a ver ninguna ocasión importante; no obstante, fue Matthew Ebden el que más amenazaba la integridad de Kyrgios, que sobreviviría y llegaría con opciones al tie-break.

Ya en la muerte súbita, se podría observar la cara más agresiva y más consistente de Ebden que, gracias a una rotura en su primer turno al resto, se acabaría llevando esta manga. Sin ceder ni un solo punto con su saque, con el que acabó cerrando un primer parcial inmaculado en esa faceta, el natural de Durban, Sudáfrica, se llevaría el desempate por 7-3 después de 50 minutos de primer set.

La "muerte súbita", juez también en el segundo parcial

Pequeños detalles y un servicio casi irrebatible del número dos aussie hicieron del primer set una contienda con un claro intercambio de golpes. De cara a este segundo parcial, las consignas estaban claras: Kyrgios, ya un set abajo, buscaría por todos los medios obtener un break decisivo, y así evitar un nuevo tie-break; Ebden, todo lo contrario, resistir todo lo posible y conducir la segunda manga a una nueva "lotería". Este segundo set fue calcado al primero; ambos jugadores se mostraban muy seguros con el servicio, pero Kyrgios fue capaz de encontrar una fisura en ese poderoso arma de Ebden, obteniendo dos nuevas ocasiones de quiebre en el octavo juego, que tampoco supo convertir.

Emulando lo sucedido anteriormente, la segunda manga desembocaría en otro tie-break igualado, tenso, y con sendos jugadores mostrándose casi infranqueables con el servicio. Sin embargo, un gran temperamento de Kyrgios, que obtuvo aquí dos roturas, fue suficiente para conducir el partido a un definitivo tercer asalto, anotándose el desempate por 7-5 y recobrando el favoritismo.

Kyrgios sentencia en el tercero

Partido apasionante el que nos brindaba de momento este segundo turno en la Pat Rafter Arena, tras un homogéneo primer duelo entre Dolgopolov y Zeballos. Con dos sets de casi una hora de duración cada uno, y dos tie-break equilibrados hasta el final, ambos aspirantes se preparaban para dar los restos en el decisivo tercer parcial. El tercer set arrancó con un cambio radical de guión, siendo Ebden el hombre agresivo al resto, y teniendo sus dos primeros puntos de break, que tampoco pudo transformar. Acto seguido, una falta de concentración del veterano jugador de 30 años derivó en la primera rotura del encuentro que, ahora sí, lograría Nick Kyrgios tras varios intentos frustrados para poner el 3-1.

Sin bajar ni un ápice su rendimiento, y cerrando sus juegos al servicio con mucha facilidad, el de Canberra, presionado siempre que juega en su tierra, obtuvo un segundo quiebre, que sentenciaría el duelo, ya en el séptimo juego, subiendo el 5-2 en el marcador y sirviendo, acto seguido, para matar el partido. Un Kyrgios íntegro, fiel a su tenis y siempre batallador desató todo su potencial en el último parcial, que finiquitaría, superadas las dos horas de partido, con un contundente 6-2.

Final: 6-7 (3) 7-6 (5) y 6-2. Nick Kyrgios comienza con buen pie su andadura en este 2018, un 2018 que se presume plagado de éxitos y buenas noticias para el australiano. En los cuartos de Brisbane ya espera el ucraniano Aleksandr Dolgopolov, que se deshizo del argentino Horacio Zeballos por 6-1 y 6-2 en apenas una hora de partido.