Kevin Anderson, número ocho del mundo, tocó el cielo con las manos. El sudafricano, a base de servicios imponentes, brindó la sorpresa del torneo y se sumó a la escueta lista que lograron derrotar al suizo luego de estar dos sets abajo el tablero. Federer comenzó muy enchufado y con mucha prisa se alineó los dos primeros parciales. Sin embargo, su tenis se desmoronó tras desperdiciar un punto de partido en el tercer parcial y su rival lo aprovechó. Anderson no desesperó, se hizo infalible con su saque y consiguió  en suelo británico, donde manda el gran Roger, derrotarlo por 2-6, 6-7 (5), 7-5, 6-4 y 13-11.

Una vez finalizado el encuentro que se extendió durante cuatro horas y quince minutos, Roger Federer accedió, desilusionado y sin disimular su enorme decepción, a la tradicional conferencia de prensa. “Odio estar aquí explicando una derrota. Me duele un poco más por el hecho de ser en Wimbledon. Me gusta mucho estar aquí. Puede que me tome un tiempo superar esta derrota o quizás me tome media hora, pero el objetivo sigue siendo pelear por el título en 2019”, aseguró Federer que hasta hoy acarreaba 34 set ganados de forma consecutiva en el certamen londesino.

El campeón defensor del torneo fue autocrítico con su tenis por no haber encontrado la manera de frenar los potentes saques de Anderson. “A veces no te sientes bien aunque lo intentes. Hoy creo que el partido fue de a rachas. Hubo momentos donde me sentía bien restando su saque y otros momentos en los que no sabía dónde demonios me estaba moviendo. No sé si esto fue por él o por mí, pero tengo la sensación que fue mi culpa”. Además, el suizo aseguró no haberse sentido cómodo con sus disparos desde la línea de fondo pero que nunca sintió preocupación por perder, ni siquiera en el transcurso del maratónico y quinto parcial.

No estaba demasiado preocupado. Ni siquiera en el 10-10. Sentía que todo lo que necesitaba era tener un par de segundos saques con su servicio y elegir bien dónde ponerla. Eso podría haber cambiado todo pero no ha sido uno de mis mejores días. Es algo que no ocurre muy a menudo pero es uno de esos días en los que lo intentas pero no puedes. Es decepcionante”, sentenció Roger que nunca había perdido un set ante el sudafricano en cuatro enfrentamientos previos. “Estaba feliz por cómo había empezado. No sé por qué no pude crear más situaciones después. Las tuve pero no las aproveché. No sé cuándo perdí el control del partido, quizás luego del match point o en el break de después”, siguió el número dos del mundo.

El dueño de ocho trofeos de Wimbledon no le quitó méritos a su adversario, aunque admitió que él no presionó lo suficiente para obligarlo a hacer cosas extraordinarias. “En el primer set jugué muy bien. Cuando estuve encendido, era capaz de jugar y desde el fondo pude mezclar mi juego, siendo agresivo. A partir del match point, ya no lo pude hacer más. Esa creo que ha sido la clave del partido pero todo el crédito para Kevin por la victoria”, finalizó Federer que le restó importancia al hecho de no haber jugado en la pista central.