Los mejores tenistas del mundo se trasladaron a Canadá para disputar el Másters 1000 de Toronto y dar inicio a la gira norteamericana cuyo cierre máximo tendrá lugar en Flushing Meadows, en el Abierto de los Estados Unidos. Por la segunda ronda de la Rogers Cup (torneo que defiende Alexander Zverev), Grigor Dimitrov, número cinco del mundo, y Fernando Verdasco, actual 31 del ranking, volvieron a ponerse frente a frente tras aquella victoria del español en sets corridos ante el búlgaro en Roland Garros poco tiempo atrás.

A diferencia de ese día, la iniciativa no la tuvo únicamente Verdasco y, quizás favorecido por una superficie más adecuada a su juego, Dimitrov logró revertir su imagen para estampar la paridad en el historial entre ellos (3-3). El búlgaro, de mal rendimiento en sus últimos torneos  y que quedó aún más de manifiesto en Londres, cuando cayó derrotado en la primera ronda de Wimbledon a manos de Stan Wawrinka, consiguió reencontrarse con un tenis más acorde a un top cinco y sacó adelante un encuentro sumamente disputado de principio a fin. Después de dos horas y cuarenta minutos de acción, el pupilo de Daniel Vallverdu avanzó a la tercera ronda de Canadá tras derrotar al madrileño (4-6, 6-2 y 7-6) y enfrentará en la siguiente instancia al ganador del duelo entre Milos Raonic y Frances Tiafoe

Ambos tenistas salieron decididos a imponer condiciones con un tenis agresivo y arriesgado. Verdasco alternó tramos muy buenos con otros un tanto más desentonados y desperdició varios break point en el set final que hubiesen -posiblemente- cambiado el rumbo final del compromiso. El duelo comenzó de la peor manera para el búlgaro: tras un fatídico turno de servicio a comienzo del primer set, entregó insípidamente un game clave que luego haría valer  el español para adelantarse en el partido por 6-4. Con el correr de los minutos, el encuentro fue ganando intensidad, y Dimitrov,  -errático con el revés- comenzó a ganar pisada en el estadio Grandstand haciendo énfasis en un drive seguro y certero.

Dimitrov convirtió 40 tiros ganadores

La mejor versión del búlgaro se evidenció, sin lugar a dudas, durante la segunda manga. Se hizo dueño absoluto del juego y dominó a Verdasco con autoridad a raíz de un tenis sutil y profundo: mantuvo un alto porcentaje de primeros servicios, impidió que su rival quede en situaciones nítidas para la búsqueda de winners y tras romper el saque del español en dos oportunidades, se quedó con el set por 6-2. El cierre del duelo contaría con un agregado especial. Con la pizarra igualada en cuatro games por lado, la lluvia se convirtió en protagonista obligando a detener durante casi dos horas la acción, justo cuando la suerte estaba echada y ambos hacían los méritos necesarios para conseguir el pase a la siguiente fase.

La interrupción de la lluvia lejos de perjudicarlos, los favoreció. En teoría, una pausa tan pronunciada en el tramo final del partido aumenta la tensión y la carga en los protagonistas. Pero esta vez, sin embargo, todo lo contrario ocurrió: ambos se guardaron lo mejor para el final, disputaron peloteos brillantes con definiciones exquisitas y jugaron como si el parón nunca hubiese ocurrido. Grigor Dimitrov aguantó con inteligencia los intensos golpes de Verdasco en el match point a su favor, y luego de un yerro del 31 del mundo, consumó un valiosísimo triunfo con parciales de 4-6, 6-2 y 7-6 (5).