Esta edición del WTA Finals de Singapur sigue siendo una sorpresa y una revelación, donde las tenistas mejor clasificadas han quedado eliminadas en los grupos. Kiki Bertens se metió en semifinales luego de superar a Naomi Osaka por 6-3 y abandono de la nipona, cuando iban 36 minutos de juego. La número cuatro del escalafón sintió unos dolores en la zona del muslo y prefirió dar por finalizado el encuentro, que arriesgarse y sufrir una lesión mucho mayor.

Lo poco que hubo de partido fue bastante atractivo, donde se vieron dos estilos muy diferentes, pero que se complementaron para que haya un muy buen espectáculo. Bertens no se dejó anticipar y aprovechó su servicio para comenzar a dominar el punto. La japonesa no estuvo sólida con el saque y, por momentos, se le complicaban las cosas más sencillas.

En el juego inicial, la europea dispuso de una primera oportunidad de quiebre, que quedó en el camino, ya que Osaka la salvó con una impecable defensa. A partir de allí todo fue mucho más lineal y la paridad era una constante. En el cuarto juego, a Bertens se le complicó cerrarlo, pero evitó darle alguna chance a la nipona.

Con el marcador igualado en 3-3, la holandesa tomó la primera diferencia. Se encontró con la asiática sacando 0-40 y fue una oportunidad que no dilapidó para ponerse adelante en el partido. Ese quiebre destruyó anímicamente a la japonesa, que comenzaba a hacer muecas de dolor un poco más intensas. En el juego final, nuevamente Osaka al servicio 0-40 y la nacida en Wateringen hizo propio el primer set.

Culminado el parcial, Osaka pidió la atención médica para ver si aún podía continuar en el partido. Sin embargo, al haber perdido las dos presentaciones anteriores y no tener chances de continuar en el WTA Finals, la actual número cuatro del ránking decidió ponerle punto final al partido y cederle el triunfo a Bertens.