El primer Grand Slam de la temporada ya está en marcha. Este año quién tuvo la responsabilidad de abrir la jornada en la arena Rod Laver fue Maria Sharapova. La rusa no tuvo mayores inconvenientes para  derrotar a la británica Harriet Dart en un duelo de experiencia versus juventud.

El juego de Sharapova incómodo en demasía a la británica desde los primeros compases del partido. La rusa, acompañada de su buen saque, logró consolidar rápidamente sus juegos de servicio y, además, pudo imponer su velocidad de juego desde la devolución. Estos factores junto a un inestable juego de Dart hizo que Sharapova se lleve el primer set sin ceder juego alguno. Sin duda, la rusa mostraba una mejor versión que hace unos días cuando se tuvo que retirar ante Sabalenka tras mostrar algunos problemas físicos. 

En el segundo set las cosas no cambiarían demasiado. Sharapova seguía mostrándose muy sólida desde el servicio - a pesar de sus dobles faltas - pero donde lograba sacar mayor distancia era a través de la devolución. Así, con confianza y sin presión, Masha no se cansaba de sumar juegos su cuenta personal. Con 4-0 en el marcador, la británica encontraría su primera oportunidad de quiebre a favor pero la rusa no se lo permitiría. Luego de esta pequeña laguna, Sharapova siguió haciendo su trabajo: un juego de saque muy rápido y otro quiebre. Así, la rusa consiguió avanzar a la segunda ronda del Australian Open donde se enfrentará a la sueca Rebecca Peterson quién venció a Sorana Cirstea.