Sólido partido de Garbiñe Muguruza, que jugó prácticamente sin fisuras, como en los mejores momentos de la hispanovenezolana. La actual número 18 del escalafón mundial dio cuenta de Saisai Zheng por 6-2 y 6-3 en un partido que duró una hora y 23 minutos para acceder a la segunda ronda del Abierto de Australia. A la caraqueña le costó entrar en partido, pero luego lo hizo de maravillas y fue un vendaval para la china, que vio cómo su adversaria arrasaba con todo.
Los primeros compases fueron de estudio, pero Garbi fue quien tuvo el dominio de los puntos y, muy sólida en la red, acortaba el ritmo y manejaba las riendas. La primera rotura del set llegó en el sexto game, donde la española se encontró con un 0-40, que no dejó pasar y puso el 4-2 en el marcador, decretando la primera ventaja. Zheng no se abatató e intentó ir por la paridad nuevamente y dispuso un break point, que no capitalizó y dejó pasar el tren, quedando al borde de perder el set inicial. Un nuevo quiebre de la española le adjudicó el primer episodio para dejar tranquilos a su cuerpo técnico e intentar borrar los fantasmas que la atormentaban.
El segundo parcial fue mucho más simple para Muguruza, que salió a quemar las naves desde el primer instante. Consumando un quiebre en el segundo game de la manga, la española obtuvo una ventaja tranquilizadora para soltarse un poco más y jugar mucho más cómoda. Una nueva rotura la puso 5-1, con la posibilidad de sacar para clausurar las acciones.
Sin embargo, la china recuperó uno de los dos quiebres y aún soñaba con dar vuelta las acciones y forzar un épico tercer set. Muguruza sacaba 5-3, para ponerle el broche al partido, y ahora no dejó cabos sueltos. Con un sólido noveno juego, la caraqueña liquidó el partido en el primer match point, para meterse en la segunda ronda del Abierto de Australia.